José María Carmona

El neoliberalismo empieza hacer derrotado no solo en el plano electoral como sucede en México con el gobierno – según él – de López Obrador  sino también por la vía de la movilización y el método de la huelga general como está sucediendo en Chile, Ecuador y en Argentina, en este último país  los trabajadores dijeron no a la continuación de un gobierno conservador como es el de Macri, que durante cuatro años a sometido a los trabajadores y pueblo argentino a los más severos planes de austeridad o ajustes monetarios; en este caso de argentina los trabajadores y el pueblo todavía no salen a la calle  para derrotar los planes de hambre y de miseria del Fondo Monetario Internacional, pero es probable en el corto plazo lo hagan.

Cabe precisar que esta vez los trabajadores votaron por los Kirchner, una versión “moderna” del peronismo es un movimiento político creado durante la década de 1940 por Juan Domingo Perón, en Argentina, cuya versión en México es el cardenismo derivado del gobierno de Lázaro Cárdenas del Rio y la versión actual se puede encontrar en López Obrador y su Morena.

Por lo que se refiere a Ecuador los trabajadores y los indígenas llevaron a cabo por varias semanas una verdadera huelga general en contra del gobierno de Lenin Moreno un gobierno supuestamente de izquierda que aplico un severo ajuste económico que consistió en aumentar los precios – energéticos -  de los servicios y bienes públicos para reducir el déficit fiscal, lo cual indigno a los trabajadores e indígenas, estos últimos viajaron a la capital ecuatoriana por varios cientos de kilómetros y la tomaron a través de barricadas junto con los trabajadores. El gobierno de  Moreno ante la crisis política tuvo que dar marcha atrás y derogar el decreto, con ello los indígenas y trabajadores ecuatorianos obtuvieron una histórica victoria, pero sin embargo las direcciones políticas de estos traicionaron el movimiento al sentarse a la mesa de la negociación con el presidente ecuatoriano en lugar de echarlo del poder.

En el caso de Chile, el presidente Sebastián Piñera  decidió aumentar en treinta pesos chilenos el precio del pasaje del metro de Santiago capital del país chileno,  lo que provoco el enojo de los estudiantes en un primer momento decidieron brincar las vallas para no pagar el pasaje y poco a poco convocaron a la movilización   por medio de las redes sociales, a la cual se sumaron  los trabajadores.

El gobierno Piñera respondió sacando a los militares para reprimir a los estudiantes y trabajadores que se enfrentaban abiertamente contra la política del gobierno y los militares provocando varias muertes. Hay el pueblo chileno está levantado por medio de barricadas contra un gobierno de derecha neoliberal.

Es necesario precisar que en 1973 los militares derrocaron al gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende para imponer una dictadura que duro más de dos décadas, y que la escuela de Chicago que encabezo Milton Friedman que es el padre del monetarismo popularmente conocido como la política neoliberal o de ajuste financiero, la aplico por primera vez en América Latina.

Fue en Chile bajo la dictadura militar de Augusto Pinochet, donde se hizo por primera vez el experimento de las políticas monetaristas como ya se dijo,  acosta de la pérdida del poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores bajo un gobierno totalitario que suprimió todas las formas de democracia y las libertades. A principios de los años 90, ante la movilización en contra de la dictadura, Augusto Pinochet y los grupos empresariales decidieron pactar una salida negociada a la democracia, desde entonces a habido gobiernos de izquierda y de derecha, sin embargo el modelo neoliberal no cambio y hoy  Chile es el país más desigual, donde se han acumulado muchas inconformidades sociales y políticas contra este proceso de empobrecimiento en contra de la cuna del neoliberalismo en América Latina.

Así de esta manera, el neoliberalismo esta herido de muerte en América Latina donde los gobiernos de “izquierda” y derecha lo han aplicado por más de cuarenta años, inclusive los gobiernos mal llamados progresistas, pero esto será objeto de otra entrega.

Lo más importante de la situación que viven hoy estos países, Ecuador, Chile, Argentina y en el caso de Bolivia donde un amplio sector del pueblo trabajador a salido a las calles para repudiar la reelección del presidente Evo Morales que lleva catorce años en el poder y que el pueblo boliviano no lo soporta más, a pesar de los logros en contra de la pobreza.

De esta manera se puede decir que la insurrección de los trabajadores, indígenas y los pueblos de América Latina dan lugar a una situación revolucionaria, esto significa que las masas populares de estos países antes señalados por las vías de la movilización, la huelga general, la insurrección popular en contra de las políticas  neoliberales modifican con diferentes grados de desarrollo la correlación de fuerza a su favor, poniendo en crisis a los gobiernos neoliberales de derecha e “izquierda” en la región.

Aunque todavía no hay un triunfo definitivo en partes por causa  de las direcciones políticas de estos movimientos que son traidoras, en esencia los procesos revolucionarios empiezan desde abajo bajo la situación antes descrita, es por ello que se puede afirmar en América Latina se está viviendo el curso de una situación revolucionaria.

Muy contrariamente a lo que afirma López Obrador y su famosa Cuarta Transformación  que el cambio es pacífico y  es cuestión de tiempo. Los trabajadores, indígenas y el pueblo hoy están a punto de tener su futuro en sus manos; ellos si harán una verdadera historia.