Julián Andrade
La detención del general Salvador Cienfuegos Zepeda, en Los Ángeles, California, hay que analizarla con cautela. Es un golpe seco al Ejército que marcará toda una etapa de su historia.
Los militares cuentan con la solidez institucional para superar esta prueba, pero sería un error esquivar la gravedad de lo ocurrido y de lo que puede ocurrir.
Por como la agencia estadunidense antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) hizo las cosas, dudo mucho que existan ganadores de este suceso en el lado mexicano y por diversos motivos.
Para el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador significará un desafío, porque implica, se quiera o no, un ataque a las propias fuerzas armadas y en un contexto extraño, donde una agencia extrajera actuó por su cuenta, y sin aviso, para abrir una crisis impredecible.
En el entorno del ex presidente Enrique Peña Nieto es un elemento más que abona en la percepción de que su gobierno fue un desastre de corrupción.
En el Ejército Mexicano, la detención del general desatará todo tipo de reacciones, pero entre ellas las del desánimo y la frustración. ¿Si el líder militar está en malos pasos, qué puede esperar la tropa? E igual de grave: ¿y si el ex secretario Cienfuegos no es responsable de lo que ahora es acusado?
En Estados Unidos dirán que no había otra forma de proceder contra el general Cienfuegos Zepeda, por sus múltiples relaciones y el poder con el que contó. Se equivocan. El Ejército es institucional y hubieran colaborado en una indagatoria que podía tener (y tendrá) consecuencias muy graves.
La Fiscalía General de la República (FGR) cuenta con la independencia constitucional que la faculta para emprender una tareas de esas dimensiones.
Quizá la explicación debamos buscarla, entonces, en la propia Operación Padrino. La DEA investigó hechos que van de 2015 a 2017, cuando en teoría el secretario de la Defensa Nacional colaboró con una organización criminal. Dicen que cuentan con grabaciones y que testigos identificaron a El Padrino como el propio general Salvador Cienfuegos Zepeda.