SER POR QUIEN DOBLAN LAS CAMPANAS
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- Categoría: Analístas Invitados
- Publicado el Lunes, 30 Noviembre 2020 11:02
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Hermann Bellinghausen
En cierto modo, nadie comprende mejor la enfermedad que el enfermo mismo, por ignorante o supersticioso que sea. El médico la estudia, describe, explica y, si corre con suerte, la cura. Pero sólo el enfermo la sabe. De ahí el valor particular de las reflexiones de enfermedad de Susan Sontag, las observaciones detalladas de Marcel Proust, la desintoxicación de William S. Burroughs, la hondura y empatía del médico enfermo Anton Chéjov. El deslumbrante poeta John Donne (1572-1631), algo más que surtidor de citas inmortales vueltas lugar común (Ningún hombre es una isla, ¿Por quién doblan las campanas?, La vejez es una enfermedad, la juventud una trampa) escribió su propio diario del padecimiento en auténtica carne propia, no novelada, como Daniel Defoe en un lejano año de peste.