Dora Villanueva

Los cambios se deben a fusiones, ventas y liquidaciones de las empresas del gobierno

El Grupo Carso y sus socios tomaron las riendas de Teléfonos de México el 19 de diciembre de 1990. El entonces presidente Carlos Salinas de Gortari consideró que la empresa requería grandes inversiones para modernizarse y el gobierno de México no contaba con los recursos necesarios para hacer frente a esa tarea. Esta acción formó parte de la ola de privatizaciones emprendida desde 1985.

Entre fusiones, ventas, liquidaciones e incluso la creación de nuevos entes, el aparato paraestatal es cinco veces más pequeño que en 1985, cuando tomaba vuelo la política de entrega a la iniciativa privada de empresas, bancos y recursos públicos, la cual tuvo su máxima expresión en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, pero que entre avances y retrocesos siguió en esa trayectoria hasta hace un par de años.

De mil 44 entidades paraestatales con las que contaba el sector público federal a inicios de 1985, para inicios de 2021 quedaban 191, no necesariamente las mismas que en la década de los 80 del siglo pasado, muestran los anexos del tercer Informe de gobierno.

La eliminación neta de 851 entidades implica una reducción de 81.7 por ciento en el tamaño del aparato de administración pública al paso de 36 años de una política económica enfocada a una mayor liberalización del mercado frente al llamado proceso de desincorporación del sector paraestatal.

Este segmento es parte de la administración pública, pero tiene un grado más de autonomía que los ramos administrativos, se compone por organismos descentralizados, empresas que tienen una participación estatal mayoritaria, instituciones nacionales de crédito, instituciones nacionales de seguros y fianzas y los fideicomisos.

En total 189 entidades que pertenecían al sector público han sido vendidas a la iniciativa privada, siete de cada 10 durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y muchos fueron negocios que el gobierno tuvo que rescatar por montos superiores a los que recibió por la venta. Como ejemplo los bancos, por los que se percibieron cerca de 38 mil millones de pesos y en el proyecto de rescate inicial implicaban una carga de más de 400 mil millones directamente como deuda pública.

También en 36 años se han liquidado 232 paraestatales; lo menos recurrido son las fusiones, se han realizado 51, y las transferencias a gobiernos estatales, que han quedado en 11; mientras también se han creado 182 nuevos entes, entre empresas, organismos descentralizados y fideicomisos.

Al cierre de 2020, el sector público paraestatal se componía de 193 entidades, cuatro en liquidación, una en fusión y 188 vigentes, entre las que se encuentran 107 organismos descentralizados, 63 empresas de participación estatal-mayoritaria, 18 fideicomisos públicos y 16 empresas productivas del Estado.

Con la reducción que se ha visto en el aparato público, también hay efectos en lo que provee este sector a la economía, muestran las cuentas nacionales que reporta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de 2003 a 2019.

La producción total de las empresas que integran el sector público se ha reducido 26.82 por ciento en ese tiempo, de manera más marcada en 2017, seguido por 2019 y el bienio de la crisis financiera mundial, 2008 y 2009.