Braulio Carbajal

El precio del kilogramo de tortilla, un alimento básico en la dieta de los mexicanos, se disparó casi 30 por ciento en un año, de acuerdo con monitoreos de mercado; además, debido al encarecimiento de insumos, productores advierten que en las próximas semanas puede rebasar la barrera de los 20 pesos.

De acuerdo con el seguimiento mensual de precios de la Asociación Nacional de Pequeños Comercios (Anpec), en junio de 2020 las familias mexicanas podían adquirir un kilogramo de tortillas en establecimientos de barrio a un precio promedio de 15.2 pesos; sin embargo, ahora deben desembolsar 19.5 pesos.

El precio de la tortilla es uno de los más sensibles para la economía de las familias, pues se estima que 98 por ciento de la población la consume; además de que cada mexicano ingiere al año alrededor de 75 kilogramos.

El costo de este alimento básico se ha visto presionado desde finales del año pasado por una combinación de factores relacionados con el alza de maíz y harina, así como de gas y electricidad.

Suben harinas

Homero López García, presidente del Consejo Nacional de la Tortilla, advirtió que próximamente puede haber un nuevo aumento en el precio del kilograma de tortilla. De concretarse, las familias mexicanas deberán pagar más de 20 pesos por un kilo de este producto de consumo diario.

El representante de más de 30 mil tortillerías del país explicó que hace unos días se hizo oficial un incremento al precio de la harina de las dos más grandes productoras que operan en México.

A partir del primero de julio el precio de la tonelada de harina de Minsa será de mil 600 pesos; mientras Maseca la ofertará en mil 550 pesos, lo que representa incrementos de alrededor de 12 por ciento.

Diversas cámaras que representan a productores de tortillas han advertido que el precio del alimento puede llegar a 22 pesos por kilo.

Se hizo oficial el incremento de las harinas a partir del primero de julio. Esto impacta el precio de la tortilla y sin duda habrá un ajuste, advirtió López García.

Para el presidente del Consejo Nacional de la Tortilla, el incremento en el costo de la harina, necesaria para elaborar tortillas, es un duro golpe para la industria, pero sobre todo para las familias mexicanas.