José María Carmona

Como dice  una parte del tango: “y todo a media luz”; así se encuentra el alumbrado público de Morelia que solo funciona al 60 por ciento de sus luminarias y le cuesta a los morelianos 14 millones de pesos de acuerdo a lo que ha afirmado Alfonzo Martínez presidente municipal de Morelia, que ahora pretende con el aval del cabildo privatizar este servicio a una empresa que le cobrara un poco menos del monto antes señalado pero que según él le garantizara a la comuna moreliana el servicio al cien por ciento.

La autorización al Congreso Local esta echa y de acuerdo a las declaraciones de los diversos coordinadores parlamentarios votaran en contra para que el alumbrado público municipal  no se entregue su servicio a manos privadas.

De acuerdo a lo publicado en  los medios de comunicación local, esta concesión por parte del ayuntamiento implica un endeudamiento para las finanzas municipales de largo plazo donde  no se tienen todas las garantías por parte de la empresa ganadora de la licitación para ofrecer el servicio del mantenimiento del alumbrado público de Morelia.

De acuerdo a información del INEGI, y del municipio de Morelia en este se concentra el 25 por ciento de la población  estatal, al mismo tiempo se  localizan el 25 por ciento de las actividades económicas de Michoacán.

De igual forma, el alumbrado público es un factor fundamental en la seguridad pública, aunque hoy, la actividad delictiva se realiza a plena luz del día y la inseguridad va a la alza, pero este es un tema para otra entrega.

Como he sabido, las capacidades institucionales de los municipios  son muy limitadas y dependen de las participaciones federales, además de que están establecidas en el artículo 113 constitucional y de los servicios públicos que tiene que prestar a la población son de mala calidad particularmente en el equipamiento urbano, agua potable, recolección de la basura en el caso de Morelia es te servicio esta privatizado desde los años 90, mercados públicos y panteones, así como el rastro municipal presentan un déficits para el caso moreliano.

Ni que decir de los baches y el mal estado de las principales calles y avenidas, para ejemplo esta la Calzada Juárez.

El tema de la transparencia y la opacidad es otra debilidad de las capacidades municipales de carácter institucional en los gobiernos  municipales  y que para el caso del alumbrado público que se pretende entregar a manos privadas levanta sospechas de supuestas  corruptelas en el proceso de la licitación a favor de los intereses del  presidente municipal Martínez con todo su carácter de independiente.

Pero por parte del Congreso Local, todo indica que la propuesta no será abalada por la mayoría de los legisladores en particular por los panitas quienes se la cobraran muy caro al presidente municipal independiente por a ver traicionado al PAN.

Para los perredistas y priistas, es ponerle la zancadilla al edil moreliano en su intención implícita de buscar la reelección  en el 2018.

Pero mientras el presidente municipal y los diputados locales  se rasgan las “medias” con respeto a las legisladoras,  el municipio de Morelia y sus habitantes  se encuentran en la incertidumbre  por la inseguridad  pública, la contaminación, los asentamientos urbanos irregulares, la contaminación causada por la basura y entre otras cosas los baches, Morelia continuara como dice la letra del tango a media luz, al fin y que  al cabo los  ciudadanos  solo importan en tiempos electorales.