María Luisa Severiano

Aspecto actual de la sede de la CNDH, en la calle República de Cuba, Centro Histórico.

El conflicto por la ocupación de las oficinas de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en el Centro Histórico de la capital, continúa sin resolverse.

El organismo llamó al diálogo a las víctimas que se mantienen dentro del inmueble con el fin de solucionar la situación y alcanzar un acuerdo satisfactorio para las partes. Las mujeres que participan en el movimiento, como respuesta, exigieron la renuncia de Rosario Piedra y reiteraron que no entregarán el edificio, pues ya funciona como refugio de víctimas de violaciones a sus derechos; además, advirtieron que ocuparán más lugares públicos con ese fin.

Al respecto, la CNDH emitió dos comunicados. En el primero, difundido por la mañana, convocó al diálogo a quienes se encuentran en su sede, en República de Cuba 60, donde Piedra Ibarra decidió despachar, a diferencia de sus antecesores, que lo hacían en un edificio en Periférico Sur.

Agregó que en estos días un grupo de abogadas ha estado permanentemente frente a esas instalaciones en espera de empezar el diálogo. Nuestra preocupación se centra justo en el trabajo que necesitamos desarrollar en favor de las víctimas, por lo que exhortamos a los colectivos que retienen nuestras oficinas a permitirnos regresar para continuar con nuestras responsabilidades, para escuchar sus demandas y trabajar también en la solución de las mismas.

Las personas que mantienen ocupado el inmueble cuentan con el apoyo del colectivo feminista Bloque Negro. La solución es que renuncie, que tenga tantita dignidad y que mejor se vaya; lo que ya se robó, que se lo quede, señaló Yesenia Martínez, madre de una joven víctima de feminicidio y la cara más visible en este movimiento.

Advirtió que si el personal de la comisión no acude al edificio a recoger los expedientes y documentos que ahí se encuentran éstos serán quemados.