Laura Poy y Fabiola Martínez

En México se debe hacer valer el derecho del pueblo a la salud. Desde hace 25 años se reformó el artículo cuarto constitucional para establecer esta garantía, pero ha pasado el tiempo y en los hechos aún no se cumple con ese mandato constitucional. Tenemos que hacer valer ese principio y que no sea letra muerta, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Al tomar protesta a los miembros de la Junta de Gobierno del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), enfatizó que la salud es un derecho fundamental de los humanos y, al igual que la educación, no pueden ser privilegios, son derechos.

Ante gobernadores, legisladores y funcionarios federales del sector, el mandatario exhortó a aplicarnos para sacar adelante al sistema de salud pública, que se deterioró mucho en los tiempos pasados. Es una asignatura pendiente que requiere de toda nuestra atención, indicó.

En Palacio Nacional, donde estuvo acompañado del secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela; de Juan Antonio Ferrer Aguilar, titular del Insabi; de los directores generales del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo Aburto, y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, Luis Antonio Ramírez Pineda, así como la secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, entre otros integrantes del gobierno federal, López Obrador trazó la ruta de la recuperación del sistema de salud con el impulso a cuatro tareas centrales.

La primera, dijo, es atender la infraestructura. En realidad, aseguró, ya no hace falta iniciar nuevas construcciones, ya con las que tenemos sin terminar, con los centros de salud y hospitales inconclusos podemos tener la infraestructura indispensable.

Destacó que otro de los desafíos es resolver la falta de médicos y enfermeras, pero también la falta de medicamentos, por lo que advirtió que una prioridad será el abasto suficiente de fármacos, y pidió que empecemos ya a olvidarnos del llamado cuadro básico, ya no usar esas dos palabras, que es hasta discriminatorio, pues en una unidad médico rural hay 120 medicamentos, en un hospital de segundo nivel 300, 400 o 500, y en un hospital de especialidad hasta mil 200. Además, se comprometió a avanzar, durante su sexenio, en dar base a 80 mil trabajadores del sector salud.

Por su parte, Alcocer Varela reconoció que ha sido difícil luchar contra el neoliberalismo en nuestro sector, y afirmó que los primeros pasos del Insabi se darán con responsabilidad, para no caer en la mentira de que salud es no estar enfermo.