Víctor Ballinas y Andrea Becerril

El director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Jaime Hernández Martínez, reconoció, en el Senado, la gravedad del robo de energía en el país.

Ante legisladores priístas, dijo que esa empresa invirtió el año pasado 4 mil 700 millones de pesos en proyectos destinados a la reducción de pérdidas del fluido y refirió que se han presentado más de 25 mil denuncias ante la Procuraduría General de la República (PGR), es decir, 68.5 al día.

El funcionario respondió a senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que debe frenarse el “huachicoleo eléctrico” y admitió que a la CFE se le roba 10 por ciento de la energía.

En su oportunidad, el senador Jesús Casillas le recalcó que tiene informes acerca de que el robo de electricidad es más grave, pues según sus cifras llegó a casi 16 por ciento del total, lo que representaría 64 mil millones de pesos al año. Hernández Martínez no negó ni corrigió esa cifra.

Jesús Casillas cuestionó al director de la CFE respecto a ¿qué se está haciendo para evitar el robo de electricidad?, porque, precisó, “no estamos pensando en el que pone el diablito, o el que sustrae la electricidad en una colonia popular, sino del robo de grandes industrias”.

El director de la CFE le respondió que tan sólo el año pasado la comisión interpuso más de 25 mil denuncias por el robo de energía eléctrica y queremos apretar el paso para obtener las sanciones correspondientes, de manera que se constituya en un elemento disuasivo del robo de energía.

Hernández Martínez subrayó ante los senadores: tenemos que mejorar la medición, seguramente han estado al tanto de la estrategia de modernización de los medidores de la energía eléctrica, que es uno de los elementos centrales para tener un desempeño operativo como el que deseamos alrededor de la reducción de las pérdidas de energía.

El senador priísta Patricio Martínez también inquirió al titular de la CFE respecto de los huachicoleros de la energía y mencionó que sólo esos ladrones se están llevando entre 2 y 4 por ciento de la electricidad que maneja esta empresa, sin contar otros tipos de sustracciones ilegales. No se trata, insistió, del daño que se tiene patrimonialmente hablando, sino que se promueve con la tolerancia de estos esquemas, la anarquía que luego repercute en una carencia de autoridad y falta de respeto al orden y a la ley.

Patricio Martínez sostuvo que el promedio mundial de robo de energía es de 10 por ciento.

Agregó: “si el robo sigue proliferando o si no se le detiene de una manera contundente, será muy grave. Me parece que el dato que nos ha dado, en el sentido de que estamos en 10 por ciento –en el rubro de robo de energía eléctrica– y que los estándares mundiales están en 6 por ciento, tenemos 4 por ciento arriba del estándar, que bien pudiera ser eliminado no sólo para fines patrimoniales, sino para poner orden”.