Emir Olivares Alonso

Los periodistas mexicanos ‘‘tienen una enorme desconfianza’’ en las instituciones gubernamentales creadas para la protección del gremio; más de 60 por ciento reporta haber sido víctima de agresiones o ataques, y señala como principales responsables de la violencia en su contra a funcionarios públicos.

Tal es la conclusión del primer estudio a escala nacional sobre Libertad de Expresión y Periodismo en México, presentado ayer por la Universidad Iberoamericana (Uia) y diversas organizaciones, entre ellas Freedom House.

Algunos resultados de esta investigación indican que 75 por ciento de los comunicadores no cree en las instituciones creadas para su protección, como la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra de la Libertad de Expresión (Feadle) o el Mecanismo de Protección a Periodistas y Defensores de Derechos Humanos.

El estudio arrojó que 61 por ciento de los comunicadores reportó haber sufrido alguna agresión física, sicológica, jurídica, digital o de cualquier otro tipo. Es tal la desconfianza en las instituciones gubernamentales, que al estar en situaciones de peligro o amenazas, los informadores recurren en primer lugar (74 por ciento) a su círculo cercano: red familiar, amigos o colegas, y como última opción, sólo 15 por ciento, busca la protección del mecanismo o de la Feadle.

Se agrega que 64 por ciento de los encuestados ha sufrido trabas o bloqueos para realizar su trabajo; 62 ataques verbales; la mitad intimidaciones; 21 por ciento ha sido objeto de amenazas verbales, telefónicas o escritas; 15 ha enfrentado campañas de desprestigio, y 4 por ciento la agresión a uno o varios miembros de su familia.

El principal actor de las agresiones contra periodistas, en palabras de 77 por ciento de estos profesionales, son funcionarios públicos o miembros de sus equipos; 47 por ciento reportó agresores anónimos; 40 culpó a las fuerzas del orden (policía o Ejército); 33 por ciento han sido violentados por colegas de otros medios, y 26 por compañeros de sus propias empresas, en tanto que 24 por ciento reportó ataques o amenazas del crimen organizado.

En el tema de censura, 93 por ciento de los encuestados afirmó que esta práctica se ejerce desde el interior de los medios; 92 señaló que también se debe a la presión de agentes externos, y 10 por ciento determinó que es práctica individual; 71 por ciento de los periodistas entrevistados dijo que los dueños y propietarios de los medios intervienen activamente en las decisiones editoriales.