Senadores de todas las fuerzas políticas demandaron que México responda de manera firme ante el gravamen que Estados Unidos impuso a la importación del jitomate mexicano.

Ricardo Monreal, coordinador de Morena, advirtió: México debe imponer arancel a los cientos de miles de toneladas de maíz amarillo que importamos del vecino país del norte y la cancillería debe responder con firmeza ante esa decisión unilateral.

El senador panista Gustavo Madero, presidente de la Comisión de Economía, demandó: Se requiere establecer una relación de dignidad. Estamos padeciendo el humor del presidente Donald Trump y, sobre todo, la estrategia de su proyecto de relección en donde está apretando las tuercas a México y China para favorecer su clientela, sin importar el daño a los acuerdos internacionales.

Lamentó el daño que Trump provoca a los agricultores mexicanos que exportan 2 mil millones de dólares en tomates: Esto va a representar una pérdida para los pequeños y medianos productores.

El país no se puede quedar cruzado de brazos, no puede dejar el camino libre a Trump para que siga imponiendo unilateralmente aranceles. Ya van dos goles que mete: el gravamen al acero y ahora al tomate. Hay que actuar con contundencia. En ese sentido se pronunciaron el coordinador del PRD, Miguel Ángel Mancera, y el priísta Jorge Carlos Ramírez.

Por su parte, el subsecretario para América del Norte, Jesús Seade Kuri, consideró que es provisional el arancel de 17.5 por ciento que impuso Estados Unidos al jitomate mexicano. Calificó de lamentable el gravamen y negó que este asunto afecte el proceso de ratificación del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá. Quizás en el Senado de México surja la furia, espero que no demasiada, dijo.

Por separado, Eduardo Orihuela Estefan, presidente de la Confederación Nacional de Productores Rurales, apuntó que el arancel afectará a 1.4 millones de empleos en 17 estados, de los cuales más de un millón corresponden a la planta industrial y alrededor de 400 mil son jornaleros agrícolas.