Angélica Enciso L.

Construcción hace unos años de la cortina de la presa El Zapotillo, en Jalisco.

Para la realización del proyecto Agua Saludable para La Laguna faltó hacer la consulta a las comunidades, por lo que ya se han realizado al menos 12 asambleas y los empresarios tendrán que aportar el líquido que se requiere para abastecer de agua libre de arsénico a nueve ejidos de la comarca lagunera, sostuvo Gabriel García Hernández, encargado del programa.

Este fue el primer proyecto de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en el que el presidente Andrés Manuel López Obrador designó a un encargado, luego de que pobladores de Coahuila y Durango expresaron desacuerdos con el plan y se presentaron amparos. El segundo fue la presa El Zapotillo, en Jalisco, para el que hace unos días designó como coordinadora a la abogada Claudia Gómez Godoy.

Las comunidades preguntan, con toda razón, si el proyecto necesita 200 millones de metros cúbicos, ¿cuánta agua vamos a poner los ejidos? Si el gobierno no preguntó ni se hicieron asambleas para informar, ¿cómo se quiere disponer de lo que queda?, dijo García Hernández durante el foro La gestión del agua en el siglo 21 vista desde México, convocado por la rectoría general de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), a cargo de Antonio de los Reyes.

Explicó que Agua Saludable busca utilizar el cauce del río Nazas para que una parte del agua se potabilice y se lleve a nueve municipios que necesitan el líquido, la zona tiene sobrexplotación de los mantos acuíferos y el recurso sale con arsénico.

Apuntó que no hay certeza de cuánto líquido hay disponible en La Laguna, lo único claro es que toda el agua disponible tiene concesiones, pero unas dos terceras partes son de grandes empresarios que explotan los mantos acuíferos, una pequeña parte queda a los ejidos productivos. Esas fueron concesiones que vienen del fenómeno privatizador de 1992. Fue lo que hizo surgir el conflicto.

García Hernández agregó que la poca agua que queda, las comunidades están dispuestas a defenderla con la vida, y el problema no está en el pueblo, sino en el modito en que se explican las cosas. Precisó que el proyecto se va a llevar a cabo y los más importantes empresarios de La Laguna, con los que no me he reunido, tienen disposición de donar concesiones, para que las comunidades no pongan la poca agua que les queda, sino que venga de los grandes concesionarios.

En tanto, Gómez Godoy, abogada que participa en la coordinadora Agua para todos, quien también habló en el foro, destacó que la gestión hídrica en México ha sido patriarcal, racista e insustentable, estamos llamados a cambiar la forma de tratar el agua, con un nuevo paradigma. Coordinará el proceso para cumplir con las demandas del Plan de Justicia para la Reparación Integral de los daños de las comunidades de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, en Jalisco, y las medidas de no repetición que el gobierno federal se comprometió a realizar.