Ángeles Cruz Martínez

La pandemia de Covid-19 puso en evidencia la increíble desigualdad que hay en México, la dañada infraestructura hospitalaria que heredaron administraciones anteriores, las condiciones laborales y de vida de la población, además de que fue una muy mala idea permitir que la salud, los servicios e insumos se rijan por las leyes del mercado, afirmó Gady Zabicky, titular de la Comisión Nacional contra las Adicciones.

El nuevo coronavirus ha sido la tinción social que permitió ver estos problemas del país, pero también resaltó la entrega, humanismo y generosidad del personal de salud, que de manera desinteresada y apasionada realiza su labor en la atención de los enfermos, dijo durante la conferencia vespertina en Palacio Nacional, que ayer se dedicó a la conmemoración del Día Mundial sin Tabaco.

Ahí, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, comentó sobre los efectos de la adicción en la pandemia. Comentó que los fumadores tienen 1.4 veces más riesgo de presentar un cuadro grave de Covid-19 y 2.4 veces más de llegar a una terapia intensiva y ser intubado.

Antes, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, presentó el reporte sobre el nuevo coronavirus. Indicó que se confirmaron 3 mil 152 nuevos casos de Covid-19, mientras el sábado fueron 2 mil 885, con lo que el registro acumulado llegó a 90 mil 664.

También se sumaron 151 decesos (el día anterior fueron 364), para un total de 9 mil 930 hasta ayer. Subrayó que la epidemia no ha terminado y se deben mantener las medidas de prevención y distanciamiento social en el país,

En ese acto se formalizó la entrega del reconocimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a las secretarías de Hacienda, de Economía y de Salud de México –el cual se dio a conocer la semana pasada– por las acciones realizadas en favor del control del tabaquismo, en particular por la prohibición de la venta de dispositivos electrónicos (vapeadores y de tabaco calentado), así como por la actualización del impuesto especial a productos y servicios (IEPS) con el cual se revirtió el rezago de ese gravamen.

Cristian Morales, representante de la OMS en México, reconoció estas acciones y también señaló los pendientes del país: la protección universal contra el humo de tabaco, prohibición total de la publicidad al respecto y el aumento en el tamaño de las imágenes de advertencia, para que ocupen 80 por ciento de la superficie de las cajetillas de cigarros.

Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, explicó que por el IEPS al año se recaudan 43 mil millones de pesos, pero es poco respecto del costo de las enfermedades asociadas al consumo de tabaco, que ascienden a 75 mil millones de pesos.

Al respecto, Zabicky comentó que todavía hace falta que los recursos obtenidos por esta vía se destinen al sector salud.

A su vez, Yorio resaltó que la colaboración intersectorial que permitió la prohibición de los cigarrillos electrónicos y dispositivos de tabaco calentado servirá para avanzar en actualizar los impuestos a bebidas azucaradas y a las alcohólicas.