Alonso Urrutia y Néstor Jiménez

Acceso al público a la aeronave cuando arribe al país

La pretensión de rifar el avión presidencial no es una idea descabellada, es una forma de corregir el daño patrimonial heredado de una mentalidad faraónica, sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador. Ante las críticas por esta opción para deshacerse de la aeronave, señaló que no es una ocurrencia, pero de no venderse terminaría costando 7 mil millones de pesos, por lo que antes del 15 de febrero se anunciará la ruta que se seguirá para su desincorporación.

Tras anunciar que la aeronave llegará a México pronto, cuando concluya su proceso de certificación, anunció que habrá acceso al público para conocerla. “Ustedes serían los primeros, y no vayan a pensar que es chayote, o sea, no. No, porque van a tener la primicia. Así como en Los Pinos, que vaya la gente, para que nunca jamás vuelvan a cometerse esas atrocidades. No queremos un México corrupto y pervertido por funcionarios insensatos, irresponsables”.

Entre críticas, ironías y hasta carcajadas, el mandatario hizo frente a los cuestionamientos, descalificó a sus críticos, celebró los memes y hasta la pretensión de hacer un cortometraje de esta historia:

Los que van a hacer el cortometraje o quienes quieren hacer una novela, porque da para eso por el surrealismo, nada más que tomen en cuenta que esta historia no comienza ahora que estamos vendiendo el avión, sino comenzó cuando érase una vez un gobierno faraónico en que sus monarcas se trasladaban en aviones de lujo, así tiene que empezar. Uno de ellos, por agraciar a su sucesor en el trono decidió dejarle de regalo el mejor avión que había entonces en el mundo. No lo tenía ni Obama, remató antes de estallar en carcajada.

López Obrador abundó en las alternativas consideradas sobre la base del avalúo elaborado por la Organización de las Naciones Unidas, que fijó en 130 millones de dólares su precio. En caso de optarse por la rifa, de venderse los 6 millones de cachitos se obtendrían 3 mil millones de pesos, 2 mil 500 de los cuales serían el equivalente al costo y 500 millones de pesos para que el ganador lo opere dos años.

Se incluirá una cláusula para que, de intentar venderlo, el ganador sólo pueda hacerlo al precio del avalúo original, no menos de 130 millones de dólares. Explicó que ya hubo un comprador que ofrecía 120 millones de dólares y subió la oferta a 125 millones de dólares.

–¿Por qué no se le vende?

–No, tiene que ser de acuerdo con el avalúo. Si no, qué van a decir los conservadores hipócritas: se remató, ¡qué barbaridad! Hubo una pérdida en la hacienda pública.

Otra opción es el arrendamiento, sobre la base de que la operación recaería en la Fuerza Aérea Mexicana y el costo por hora sería de 17 mil dólares, por debajo de los 70 mil dólares que cobra la única aeronave de este tipo que opera bajo esta modalidad.

La alternativa de venderlo a 12 accionistas implicaría un pago anual por cada uno de 19 millones de pesos, con derecho a volarlo 66 horas al año, sobre la condición de que la aeronave requiere volar al menos 800 horas anualmente.

Sin embargo, dijo, el inconveniente es que si bien hay empresarios que quisieran ayudar, en un contexto en que se propone la austeridad, les pesa mucho que tengan una parte de ese avión muy lujoso.