Emir Olivares Alonso

Representantes de organizaciones que defienden los derechos de la infancia consideraron que si bien es un avance que la Procuraduría General de la República (PGR) haya abierto una investigación por el delito de trata, relacionado con las denuncias contra el sacerdote Pedro Gutiérrez Farías, director de los albergues La Ciudad de los Niños, ‘‘no se trata de una atracción completa’’.

Por ello, el caso sigue en riesgo, ya que las autoridades de Guanajuato ‘‘no han garantizado una indagatoria imparcial’’.

La Red por los Derechos de la Infancia (Redim) y NIMA Centro de Promoción de los Derechos Humanos de Niñas, Niños y Adolescentes en Guanajuato demandaron tanto a las autoridades federales como estatales garantizar el acceso a la justicia, sanción y verdad en este caso.

Desde hace algunas semanas, La Jornada ha dado cuenta de los señalamientos contra el religioso y sus colaboradores, a quienes se les acusa de presuntas vejaciones a menores –entre ellas abusos sexuales– internados en la sede de Salamanca de La Ciudad de los Niños, para lo que habrían contado con la protección de autoridades de Guanajuato e incluso del propio ex presidente Vicente Fox Quesada.

Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de Redim, enfatizó que abrir una carpeta de investigación por el delito de trata, como anunció el pasado miércoles la PGR, no representa la atracción total del caso. ‘‘Es un buen inicio que la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra), de la PGR, comience a indagar, pero seguimos exigiendo la atracción completa.

‘‘No vemos en las autoridades de Guanajuato garantías de una indagatoria imparcial, y menos después que el gobernador Miguel Márquez defendió al sacerdote, al decir que no había denuncias en contra del religioso. Eso ha dejado claro que el gobierno local no quiere investigar ni sancionar la violación a los derechos de los menores ocurridos en ese albergue.’’

Criticó que pese a la sentencia de una juez, por el momento el sacerdote y sus colaboradores, entre ellos varias monjas, no hayan sido indiciados. Además, consideró lamentable que el presbítero intente ‘‘amedrentar’’ a las víctimas y organizaciones que han seguido el tema.