Enrique Méndez

La Comisión de Derechos de la Niñez de la Cámara de Diputados requirió a la Procuraduría General de la República (PGR), procuradurías y fiscalías estatales reforzar la persecución de delitos que se cometen en Internet contra niños y adolescentes.

Esa instancia refirió que mientras México ocupa el primer lugar de los países integrantes de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) en casos de violencia física, abusos sexuales y homicidio contra menores de 14 años de edad, también ha aumentado el acoso en la red, debido a que no hay una navegación segura.

Muy desafortunadamente también ocupamos la posición 15 de los países con mayor índice de homicidios por cada 100 mil habitantes, donde cuatro de cada 10 jóvenes de entre 15 y 29 años mueren por esta causa, siendo la primera desde 2008, indicó.

El acuerdo resalta que si bien la interacción en redes sociales y sitios web son un beneficio en las actividades diarias, también puede implicar un riesgo descomunal para los menores de edad, porque fácilmente pueden obtener imágenes o videos con contenidos violentos o inapropiados, e incluso verse envueltos en pláticas de carácter sexual que pueden derivar en delitos como la pornografía infantil, la explotación sexual o el acoso cibernético.

Ahora que el uso de Internet predomina en la población joven del país, se ha determinado que 85.9 por ciento de los adolescentes de 12 a 17 años utiliza la red con regularidad.

Es por ello que existe la imperiosa necesidad de duplicar los trabajos de los tres niveles de gobierno para que se dé más difusión y así prevenir cualquier tipo de situación que vulnere sus derechos, definió la comisión.

La facilidad de consultas en Internet ha permitido que ésta sea una de las herramientas más utilizadas por los criminales para la trata de personas, el acoso en línea o cyberbullying, la exposición a contenidos inadecuados, la extracción de datos personales, y la propagación de la violencia, e incluso el terrorismo, alertó.

Resulta necesario aplicar criterios especializados para la prevención de la violencia juvenil en los medios tecnológicos, con la intención de generar una cultura de navegación segura. Reducir los motivos, la necesidad y las oportunidades de cometer actos violentos, pues no podemos seguir siendo un país en el que ser joven sea un peligro. La violencia no debe constituirse en elemento permanente en la vida de la juventud, concluyó.