La empresa no compite, logró su éxito con pagos a fabricantes de celulares: fiscal

Oficinas de Google en el centro de Manhattan, en la ciudad de Nueva York. El proceso judicial presentado este martes por el gobierno de Donald Trump y 11 estados es el mayor caso antimonopolio en una generación.

Washington. El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó una demanda contra Google, de la empresa Alphabet Inc., al acusarlo de mantener un monopolio ilegal en las búsquedas y publicidad en Internet; dijo además que no descarta una división de la compañía de Internet.

El proceso judicial presentado por el gobierno y 11 estados es el mayor caso antimonopolio en una generación, comparable a la presentada contra Microsoft en 1998 y a la de 1974 contra AT&T, que llevó a la ruptura del sistema de telecomunicaciones Bell.

Google, cuyo motor de búsqueda es tan omnipresente que su nombre ha derivado en un verbo, tuvo ingresos de 162 mil millones de dólares en 2019, más que el producto interno bruto de Hungría.

El fiscal general Bill Barr dijo que, según las investigaciones, Google no compite, sino que compró su éxito mediante pagos a fabricantes de teléfonos móviles y otros. El resultado final es que nadie puede desafiar el dominio de Google en las búsquedas y la publicidad de éstas, apuntó.

El gobierno dijo que casi 95 por ciento de las consultas en Google se hacen a través de teléfonos móviles.

El fiscal adjunto del Departamento de Justicia, Jeffrey Rosen, indicó que el caso apunta a la posición monopólica de Google en el ecosistema digital. Google es la puerta de entrada a Internet. Ha mantenido su monopolio mediante prácticas excluyentes que son perjudiciales para la competencia y con de-sembolsos de miles de millones para reforzar su posición, agregó.

La demanda propone que la corte considere una serie de soluciones, entre ellas una posible fragmentación de la empresa. Pide prohibir a Google las prácticas monopólicas y considerar el alivio estructural necesario para curar cualquier daño a sus competidores.

La compañía calificó la demanda de profundamente viciada. La gente usa Google porque lo elige, no porque se vea obligada a hacerlo o no pueda encontrar alternativas, señaló Kent Walker, consejero general de Google. La demanda fue presentada después de meses de investigaciones por parte de agentes antimonopolio federales y estatales en el país, que buscan verificar el poder de la gigantesca tecnológica y pesquisas paralelas a otras grandes firmas, como Amazon, Facebook y Apple.

A días de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el momento de la presentación de la demanda podría verse como un gesto político, pues cumple una promesa hecha por el presidente Donald Trump de pedir cuentas a ciertas empresas por presuntamente sofocar las voces conservadoras.

Algunos analistas dudan de que los legisladores se unan y tomen medidas. Es como cerrar la puerta del establo después de que el caballo ya se escapó. Google ya tiene la posición de monopolio, ha invertido miles de millones en infraestructura, inteligencia artificial, tecnologías, software, ingeniería y talento. No se puede simplemente desandar una década de progreso significativo, comentó Neil Campling, jefe de investigación de medios tecnológicos y telecomunicaciones de Mirabaud Securities en Londres.