El Fondo Monetario Internacional (FMI) no está preocupado por la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de México, sino todo lo contrario. Lo que estamos viendo y oyendo son indicaciones en la parte macroeconómica de que México continuará aplicando políticas macroeconómicas consistentes con el marco institucional que ha guiado la política económica y monetaria en México en los últimos años, dijo Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI.

En una rueda de prensa en esta ciudad, donde presentó la actualización de las previsiones regionales para América Latina y el Caribe, Werner fue claro cuando un periodista le preguntó si el FMI está preocupado tras la victoria del político de izquierda, quien asumirá la presidencia en diciembre.

No, fue su respuesta rotunda. Aseguró, entre otras cosas, que el FMI ha escuchado del equipo de López Obrador que mantendrá el trabajo por restablecer el superávit primario. Según consta en la revisión de las previsiones regionales presentada hoy por Werner, son la relación con Estados Unidos y la renegociación del TLCAN las que arrojan nubes sobre la economía mexicana. Las perspectivas de México siguen viéndose afectadas por la prolongada incertidumbre en relación con el vínculo comercial con Estados Unidos, producto de la falta de acuerdo en la renegociación del tratado, señala el informe.

El crecimiento del producto interno bruto seguirá en aceleración este 2018, en comparación con el año anterior, gracias al aumento en el crecimiento en Estados Unidos y al desempeño del primer trimestre.

Pero el FMI ha revisado a la baja, hasta 2.7 por ciento, el de 2019, para reflejar el impacto de la incertidumbre sobre la inversión y, en menor medida, el consumo privado. Un compromiso claro con la responsabilidad fiscal y el mantenimiento de la reducción de la tasa de deuda pública por parte de la administración recientemente elegida será crucial para preservar la estabilidad macroeconómica y financiera.