Armando G. Tejeda

La policía española detuvo ayer en Madrid al financiero e informático Hervé Falciani, quien filtró una serie de nombres de los clientes del banco HSBC –para el que trabajaba– que utilizaban métodos ilegales para defraudar dinero público. La aprehensión se realizó a petición del gobier-no de Suiza, que había cursado desde el pasado 19 de marzo una orden de detención y extradición por un supuesto delito de robo de datos bancarios.

Falciani provocó una tormenta empresarial en Suiza a raíz de que en 2009, por sorpresa, decidió filtrar una serie de documentos en los que estaban los registros de más de 130 mil clientes del banco, la mayoría de ellos supuestos defraudadores de sus respectivos países mediante triangulaciones financieras que pasaban siempre por Suiza. En la llamada lista Falciani se encontraron desde capos del narcotráfico hasta políticos.

La detención de Falciani se registró en Madrid, en la Universidad de Comillas, cuando se disponía a dar una conferencia que tituló Cuando decir la verdad es heroico. Antes de salir a la palestra lo interceptaron agentes de la Policía Judicial que le informaron de los delitos que se le imputan y lo trasladaron a la comisaría.

El tinte político

Es la segunda ocasión que detienen a Falciani en España, sólo que esta vez coincide con la presencia en Suiza de dos líderes del movimiento independentista catalán, Anna Gabriel y Marta Rovira, quienes buscan solicitar asilo político y que el gobierno suizo deniegue su entrega al Estado español, donde están imputadas de los delitos de desobediencia, la primera, y rebelión y malversación de fondos públicos, la segunda.

El colectivo Xnet, al que siempre ha estado vinculado Falciani y que se dedica a denunciar los casos de corrupción política, señaló que su segunda detención en España se trata de una moneda de cambio, en referencia a la presencia en Suiza de las líderes independentistas catalanas.

El eurodiputado de Unidos Podemos, Miguel Urbán, advirtió por su parte que la detención de Falciani en Madrid es “un favor de España para pedir la extradición de Anna Gabriel y otras personas exiliadas políticas.

La primera vez que detuvieron a Falciani fue en 2012, después de la filtración masiva de datos que afectó a numerosos personajes públicos, entre ellos algunas de las familias más acaudaladas del país, como los Botín –máximos accionistas del banco Santander– o deportistas y políticos.