José María Carmona
La crisis financiera de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo tiene sus causas en diversos factores por lo tanto es falso que el déficit financiero obedezca únicamente al régimen de pensiones y jubilaciones.
A su vez, la mayor parte del presupuesto universitario está destinado al gasto corriente y una parte pequeña al gasto de operación con el cual se mantiene en funcionamiento la vida universitaria.
Los ingresos propios de la universidad, particularmente de las escuelas, facultades e institutos son manejados por los directores de estas dependencias universitarias, sin embargo no existe la normativa adecuada que permita manejar estos recursos con transparencia que demanda las necesidades de la casa de Hidalgo.
El rector Medardo Serna González viene argumentando que la causas principal del déficit universitario por más de mil 200 millones de pesos obedece fundamentalmente al régimen de pensiones y jubilaciones, aseveración que es rechazada de forma tajante por los sindicatos universitarios, el SUEUM y el SPUM.
Pero el rector Serna es únicamente la punta de lanza de una ofensiva diseñada dese la subsecretaria de de educación superior de la Secretaria de Educación Pública a cargo del ex rector y ex gobernador Salvador Jara Guerrero, en el sentido de que para que la universidad nicolaita tenga acceso a mayores recursos financieros y sea reconocida como una universidad de carácter regional, tiene que llevar a cabo la reforma en su régimen de pensiones y jubilaciones establecidos en la Ley Orgánica de la propia universidad y los contratos colectivos de trabajo de los sindicatos universitarios. Aunque se reforme en esta materia dicha ley, los derechos de los trabajadores académicos y administrativos quedan salvaguardados en los contratos colectivos correspondientes.
Los sindicatos universitarios no son los responsables del quebranto financiero por el que atraviesa la universidad y se rechaza tajantemente el argumento del rector en este sentido.
La autoridad universitaria es sumisa ante el gobierno estatal y federal para defender la autonomía universitaria y hacer valer el último párrafo del artículo tercero constitucional en el sentido de que el estado mexicano y no los gobiernos estatal y federal están obligados a proporcionar los subsidios suficientes para el buen funcionamiento de las universidades en pleno ejercicio de su derecho constitucional a la autonomía. La universidad pública en México es una conquista de los universitarios alcanzada mediante jornadas de lucha y el reconocimiento de la misma para que quedara establecida la obligación por parte del Estado mexicano de otorgar el subsidio correspondiente para su desarrollo y sus funciones sustantivas de docencia, investigación y difusión de la cultura.
Es innegable que la Universidad Michoacana lleve a cabo una reforma universitaria integral y democrática donde todos los miembros de la comunidad tengan el derecho a decidir sobre la vida y el futuro de la universidad, por lo cual resulta necesaria no solo reformar la Ley Orgánica sino toda la estructura académica y administrativa, tal vez resulta inoperante la existencia de las funciones sustanciales de la universidad mediante escuelas, facultades e institutos y pensar en un nuevo modelo de reorganización académico-administrativo para un mejor aprovechamiento de los recursos humanos y materiales, al mismo tiempo es necesario abrir un discusión democrática entre la comunidad universitaria sobre las actividades sustantivas de la propia universidad.
Hoy una parte del subsidio universitario está condicionado al sistema de incentivos basados en la “productividad” académica mediante la acreditación de la licenciatura y los posgrados; esta política instrumentada desde el Conacyt y los órganos evaluadores de la educación superior es perversa porque el subsidio universitario está condicionado y contraviene las disposiciones constitucionales, además de comenzar la individualidad de los profesores.
El gobierno federal y estatal han puesto en marcha una ofensiva contra la universidad y los sindicatos universitarios para mutilar los contratos colectivos de trabajo y la propia universidad prueba de ello, la no entrega a tiempo del subsidio para pagar los salarios y prestaciones de fin de año, es más existen versiones de que los recursos financiero estaban depositados a tiempo y que solo fue una maniobra el rector y del gobierno estatal para presionar a los sindicatos universitarios en cuanto al tema de la reforma al régimen de pensiones y jubilaciones.
Por lo anterior es necesario llevar a cabo una profunda reforma universitaria en todos los aspectos y no tan solo un ajuste en el presupuesto universitario que atenta gravemente contra el desarrollo académico y administrativo de la universidad y la modificación del régimen de pensiones y jubilaciones.
Para echar abajo la ofensiva del gobierno contra la universidad y los sindicatos universitarios se imponen la necesidad de una reforma universitaria democrática donde los temas a discutir sean los siguientes: Reorganización académica y administrativa, órgano de gobierno y elección de las autoridades universitarias, subsidio universitario y transparencia y rendición de cuentas y ante todo la defensa incondicional de la autonomía universitaria, es por ello que los nicolaitas esta llamados a reformar democráticamente a la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.