José María Carmona

El gobierno de la  4T prepara a través de la Secretaria de Salud las medidas necesarias para enfrentar la fase 3 de la pandemia del Coronavirus, sin embargo la misma se encuentra en un escenario de incertidumbre y fuerte pugnas al interior del gabinete presidencial y el problema principal es la escases de recursos humanos, insumos y financieros, aunque el sub secretario Julio López-Gatell  de salud afirma que se están preparando desde el principio de año para reconvertir el sistema hospitalario ante la demanda creciente – exponencial – por el número de personas que necesitaran atención hospitalaria a causa del contagio del Covid 19 que serán por miles y que hoy los recursos son limitados para enfrentar la contingencia, a pesar de que López Obrador  haya llegado a un acuerdo con el sistema hospitalario privado.

Pero al mismo tiempo, ha surgido una nueva crisis cuando se publico el documento denominado “Guía Bioética de Asignación de Recursos de Medicina Crítica” el cual fue publicado inicialmente como un documento de carácter oficial y obligatorio para el personal médico que se encargue de los pacientes graves.

La guía se refiere a la toma de decisiones en términos de la Medicina Critica, en cuanto a la escases de aparatos concretamente de ventiladores cuando en el caso de que dos pacientes graves por el Coronavirus necesiten atención medica y en especial un ventilador y se tenga que tomar la decisión de cual vida de las dos se tenga que salvar y el documento establece categóricamente después  de una serie de criterios avalorar que se le dará prioridad al que tenga mayor posibilidad de años de vida.

Después de la publicación de esta guía, que se puede consultar en la página correspondiente del Consejo Nacional de Salud, en los medios de comunicación y la opinión pública se ha abierto todo un debate sobre este delicado asunto público, y es público porque afecta a todos los mexicanos que están sujetos a infectarse del Coronavirus.

A su vez, la periodista Carmen Aristegui entrevistó al responsable y después de una discusión con la periodista acepto que el documento es tan solo un borrador y que los sistemas estatales de salud también tienen sus guías bioéticas, y tan solo este documento está sujeto todavía a discusión.

Por su parte, el Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México  Enrique Graue Wiechers, en un comunicado, afirmo que él como miembro del Consejo Nacional de Salud no fue convocado por lo tanto, no avala la guía.

Esta discusión o debate abierto es de interés público y debe de ser transparente los términos de la toma de decisiones en esta situación tan complicada no solo para el país sino para el mundo entero.

La discusión o el debate  tiene varios aspectos, el ético, el médico, el filosófico, pero en el fondo de las cosas el económico que significa la máxima utilidad de los recursos y aparatos médicos para salvar el mayor número de vidas humanas en esta emergencia sanitaria, pero donde también intervienen los derechos humanos.

Como se ve, el problema es complejo, mas aun de que a pesar de que se adopten criterios generales para las prioridades en el uso de los insumos médicos, la determinación después de las valoraciones correspondientes por los comités bioéticos son de carácter particular para cada caso clínico lo que complica más la situación, y también es un asunto de transparencia, así como de política pública, mas aun cuando los familiares del paciente Covid 19 tiene el derecho de estar informado para otorgar la autorización sobre la solución definitiva en el tratamiento médico.

La política pública de manera esquemática se debe de entender como el proceso de la toma de decisiones y la ejecución por parte de las autoridades gubernamentales o públicas, en este caso especifico de la Secretaria de Salud y los gobiernos federal y estatales, donde la transparencia es una condición indispensable en el mismo proceso, empezando por los criterios y las valoraciones del proceso y para ello los especialistas en políticas públicas son indispensables. Además cualquier toma de decisión en este caso de salud pública tienen una carga subjetiva, cultural y porque no decir de carácter religioso donde el límite entre lo científico y religioso es muy delgado.

De acuerdo a unos economistas, la ciencia económica se encarga del proceso de la asignación de los recursos escasos y también del proceso de la producción, la circulación, distribución y consumo de los bienes materiales y espirituales para satisfacer las necesidades humanas o de la sociedad; es por ello, en este caso especifico que se analiza la bioética está sujeta en última instancia y para las circunstancias actuales a las leyes económicas, es decir: ¡La maldita economía!

Para otros economistas el problema no es la escases de bienes materiales y espirituales para la producción y la reproducción social, el problema principal está en la distribución de la riqueza material está concentrada en pocas manos, vale decir, que el uno por ciento de la población mundial concentra el cuarenta por ciento de la riqueza mundial, por lo tanto hay una sobreproducción de riqueza material.

A lo anterior hay que agregar, el problema de la propiedad privada de los recursos disponibles, en los últimos años los bienes disponibles se han privatizado como producto de las políticas neoliberales y por lo tanto en los países donde existe el sistema de seguridad social se ha desmantelado, aunque eso es otro tema a tratar.

En conclusión, los términos del contenido de la guía bioética está sometida en última instancia a la ¡La maldita economía!