José María Carmona

Independientemente del resultado electoral en el Estado de México que de acuerdo a los resultados preliminares del Instituto Electoral del Estado de México, el partido de López Obrador por donde quiera que se vea ha sufrido una importante derrota electoral, su candidata la profesora Delfina Gómez no pudo enfrentar a la maquinaria del PRI con todas sus maniobras, compra del voto, acarreo donde los priistas son unos maestros.

Pero hay que ir por partes y de acuerdo al IEEM la participación ciudadana de este 4 de junio fue del 52.5 por ciento, mayor a lo esperado.

Con un 97 por ciento de las actas capturadas la ventaja es para Alfredo del Mazo con un 33.7 por ciento de los votos emitidos, mientras que la candidata de Morena tan solo alcanzo el 30.8 por ciento de la votación emitida y en tercer lugar está Juan Zepeda con el 17.7 por ciento de la votación total.

Mención aparte es para Josefina Vázquez Mota del PAN, la cual se derrumbo al obtener tan solo el 11.2 de la votación emitida el pasado domingo.

La incertidumbre se despejo y López Obrador podrá impugnar la elección del pasado domingo ante los tribunales electorales, pero lo único cierto de acuerdo a las matemáticas es que no le alcanzo para derrotar a la “mafia del poder”.

Seguramente López Obrador les echara la culpa a los ciudadanos que se dejaron seducir por la compra del voto, que fue una elección de “Estado”, pero lo cierto es que no tuvo la capacidad de movilización, ni la organización para defender el voto.

Pero lo cierto es que Morena se ha llevado  una derrota no solo electoral si no también política, ahora podrá hacer uso de todos los recursos legales y no legales para impugnar la elección, pero el golpe esta dado y sus aspiraciones presidenciales para el 2018 se encuentran entre dicho.

También hay que señalar su derrota electoral en el estado de Veracruz donde tan solo obtuvo 17 presidencias municipales de más de 200, una bicoca para sus aspiraciones y prepotencia política.

A lo anterior hay que agregar su apoyo al gobierno de Venezuela de Nicolás Maduro mediante la embajadora en México.

Pero este triunfo del PRI no es contundente, de acuerdo a la pasada elección para gobernador en el estado de México, perdió el 50 por ciento de su votación lo que equivale a un poco más de un millón de votos, también el 70 por ciento del electorado emitió un voto de castigo y que en  las zonas urbanas mayoritariamente la población voto en su contra, de esta manera Alfredo del Mazo será un gobierno de minoría  electoral, y tiene que cargar con el desprestigio de su primo Enrique Peña Nieto, esta victoria electoral en poco ayuda o fortalece el poder presidencial, al contrario, refleja la crisis política del gobierno Peñista.

Si bien es cierto, que Juan Zepeda vino de menos a más y alcanzo una votación del 17 por ciento en medio de una profunda crisis del PRD por el efecto López Obrador, tampoco fortalece o ayuda a superar la misma, al contrario se hace  más profunda de cara al 2018, no obstante del triunfo en alianza con el PAN en Nayarit.

En conclusión la pasada elección del estado de México que era la joya de la corona para los partidos políticos de cara al 2018 únicamente refleja el descontento social hacia el sistema de partidos y el gobierno Peñista, si bien es cierto que Morena alcanzó una alta votación es probable que no sea suficiente para alcanzar la presidencia en el 2018 porque ha sufrido una importante derrota electoral sin dejar a un lado todas las irregularidades electorales. En conclusión Morena y López Obrador ya son parte de la crisis del sistema de  partido y de esta democracia deforme.