CONTAMINACIÓN DEL AIRE: DE MAL EN PEOR LA EN LA MEGAURBE
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- Categoría: Analístas Invitados
- Publicado el Lunes, 29 Mayo 2017 12:25
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Iván Restrepo
Al inicio de este sexenio, el presidente Enrique Peña Nieto, sus amigos que lo acompañan en los cargos más importantes de la administración pública y los gobernadores del partido en el poder, aseguraron que México sería otro en 2018. Sí, ya lo es: más violento y con el mayor número de asesinatos; corrupción e impunidad desbordada (OHL, HIGA y Odebrecht, como ejemplos emblemáticos); con grave distanciamiento social y económico entre la población y más concentración de la riqueza en pocas manos. Con los grupos criminales apoderados de varias regiones por la inoperancia de los cuerpos policiales y la ausencia del Estado. Con más denuncias que siempre por violación de los derechos humanos, muerte de periodistas y desaparición forzada de personas. Y serios problemas ambientales.
Peña Nieto cedió la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) al negocio familiar que es el Partido Verde Ecologista. Sin experiencia, bueno para servir de comparsa del PRI en las elecciones y en el Congreso de la Unión (e integrar allí la telebancada), los frutos están a la vista: contaminación de las ciudades principales; protestas por los daños que causa la minería en varias entidades. Estudios recientes muestran la pésima administración del agua y cómo las cuencas hidrográficas siguen como basurero de la industria, las ciudades y el agro. Oficialmente se presume menos deforestación, pero no por las acciones del gobierno, sino porque miles de campesinos migran en busca de trabajo a las ciudades y a Estados Unidos y Canadá. El país cuenta con más áreas naturales protegidas, pero sin planes de manejo, recursos suficientes para cuidarlas y conflictos con quienes viven en ellas desde tiempos ancestrales.