ESTRATEGIAS CONTRA EL NARCO (PARA EL DEBATE)
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- Categoría: Analístas Invitados
- Publicado el Jueves, 14 Diciembre 2017 09:41
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Octavio Rodríguez Araujo
El 3 de enero de 2013 escribí en estas páginas lo siguiente: “he releído una vieja novela de Jack Hoffenberg titulada No siembres con odio (Brugera, 1967) que […] nos propone estrategias relacionadas con el crimen organizado llevadas a cabo en una pequeña población del sureste de Estados Unidos. Los habitantes de clase media y alta del lado norte del río se quejaban de la delincuencia callejera que inhibía seriamente la seguridad en sus casas, en la calle y en locales comerciales. Los líderes de la ribera norte del río discurrieron que para que la cuña apriete debe ser del mismo palo (o su equivalente en inglés), y escogieron como jefe de la policía a un joven ambicioso muy popular entre los pobres de la ribera sur del río, donde estaban los prostíbulos, las casas de juego clandestino, los principales antros de la región y los capos del crimen. El joven jefe de policía lo primero que hizo fue reunirse con los principales jefes de la delincuencia. Acordaron más o menos lo siguiente: sus actividades ilícitas continuarían, pero con orden y bajo estricto control: uno o dos burdeles y cero prostitución callejera, una o dos casas de juego y en relación con las drogas cero distribución pública y descontrolada. A cambio de esa tolerancia, que por cierto existe en casi todos los países del mundo, los grandes capos de la región se encargarían de impedir la inseguridad de los habitantes de esa zona y todos contentos. Me quedé pensando […] que quizá algo parecido podría hacerse en México, pues finalmente los negocios ilícitos siempre existirán. Cuernavaca, por ejemplo, era más segura cuando el jefe de jefes estaba vivo. ¿Qué había detrás de él o de otros? ¿Qué tratos había hecho el gobierno con él o con otros? No lo sé, pero sí me consta que antes íbamos a cenar o a un bar y salíamos muy tranquilos para irnos a casa incluso con la ventana del carro abierta. Ahora no. Gracias a Calderón y su cacería de los verdaderos capos del crimen organizado ahora hay muchas cabezas, más improvisación y mayor peligro e inseguridad en todos lados”.