Andrea Becerril.

Por unanimidad, el Senado aprobó anoche un acuerdo de todas las fuerzas políticas que permite sesionar a distancia mientras dure la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19, a fin de cumplir con la responsabilidad legislativa de esa cámara, sin exponer a contagios a senadores, trabajadores y personal de apoyo.

No se reformó el Reglamento del Senado, como lo había planteado Morena originalmente, porque el bloque opositor se opuso y se optó por ese acuerdo parlamentario que posibilita las sesiones digitales, en las que sólo se podrá votar reformas a leyes y nombramientos diplomáticos o de magistrados, ya que no requieren de mayoría calificada.

Para las reformas a la Constitución, así como para el nombramiento, ratificación u objeciones a servidores públicos de otros poderes y de organismos autónomos que le corresponden de manera exclusiva al Senado y necesiten de las dos terceras parte de los votos, o deban realizarse por cédula –como es el caso de los ministros de la Suprema Corte de Justicia–, no opera esa modalidad virtual y deberá convocarse a una sesión presencial.

En tribuna, el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, aclaró que es un acuerdo parlamentario híbrido, ya que permite que, en cualquier momento, cuando la mayoría lo decida, se podrá citar a reunión presencial, también bajo las medidas sanitarias que desde el año pasado se han implementado, entre ellas que en el salón de plenos no haya más de 50 senadores y los demás puedan seguir el debate desde sus escaños y, en el caso de la votaciones, hacerlo de forma escalonada.

La sesión de ayer, la primera del periodo ordinario que va de febrero a abril, se realizó bajo medidas de sanidad severas. Se hizo la prueba rápida para detectar el Covid-19 a los senadores y también a fotógrafos y personal de apoyo que ingresó al salón de plenos.

El senador Monreal detalló que el acuerdo obliga a los senadores a conectarse a la plataforma digital que se determine para seguir desde sus casas u oficinas en sus respectivas entidades la sesión a distancia, durante el tiempo que dure y que no podrá ser mayor a cuatro horas.

Explicó asimismo que para el ingreso a la plataforma digital, así como para acreditar su asistencia o votación, los senadores deberán identificarse a través de sus datos biométricos. Se instrumentará la firma electrónica para signar acuerdos y dictámenes en las reuniones de comisiones.

El también presidente de la Junta de Coordinación Política resaltó que todos los grupos demostraron disposición y voluntad para no generar una parálisis legislativa, ya que se trata de una actividad esencial para el país.

El panista Damián Zepeda resaltó que se entendió una realidad, de que los 128 senadores no podían viajar dos veces por semana de sus estados a la Ciudad de México, ya que representaba un riesgo de contagio exponencial.

Al final de la sesión, el presidente del Senado, Eduardo Ramírez, comentó que se prevé que durante febrero se sesione a distancia y, dependiendo de la evolución de la pandemia, en marzo se podrían llevar a cabo sesiones con la asistencia de senadores al edificio de Reforma e Insurgentes.

Durante esa sesión presencial, el pleno aprobó cambios en presidencias de tres comisiones: a la de Puntos Constitucionales va Martí Batres; a Educación, Antares Vázquez, y a la de Energía, Rocío Abreu.