Arturo Sánchez Jiménez

El objetivo es uno: poner fin a la violencia de género en la UNAM. Estudiantes, activistas y académicas que participaron ayer en diferentes actividades para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, plantearon que la lucha por crear espacios seguros en las escuelas y facultades ha sido ardua, y que han enfrentado una comunidad hostil.

En una de las más de 150 actividades organizadas ayer en la Universidad para conmemorar el día, las Mujeres Organizadas de la Facultad de Ingeniería señalaron que a dos años de su creación como colectivo, el proceso no ha sido sencillo. Desde el inicio hemos enfrentado una comunidad hostil y agresiva.

Recordaron que una de las reacciones a su movimiento fue la campaña llamada Viola una feminazi, en los baños del Anexo de Ingeniería. Esto nos generó miedo, pero también reforzó el apoyo entre nosotras, recordando siempre que nuestro objetivo es cambiar las cosas.

Integrantes de la Colectiva Toffana, de Química, llamaron a las autoridades universitarias a emprender acciones concretas contra la violencia machista, porque ni siquiera a la distancia nos sentimos seguras.

El Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) llamó a que las libertades prevalecientes en la UNAM, como la libertad de cátedra, no sean usadas como subterfugios para justificar hostigamientos y otras ofensas, que tienen como base las desigualdades de género.

Tamara Martínez Ruiz, titular de la Coordinación para la Igualdad de Género de la UNAM, indicó en conferencia que la casa de estudios refrenda hoy su compromiso indeclinable al combate, erradicación y sanción contra este flagelo. Es importantísimo que la pluralidad de la universidad se manifieste por una sola causa: buscar la eliminación de la violencia de género, así como comunidades más igualitarias.

La UAM admite carencias

En la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el rector Eduardo Peñalosa Castro indicó que está por ser presentado un dictamen para implementar una política transversal que atienda la violencia de género en esa casa de estudios.

En la inauguración de los talleres de formación profesional en el manejo de casos de ese tipo en la universidad, destacó que la UAM es autocrítica y reconoce sus carencias normativas en temas que hoy no pueden soslayarse, además de que que admite el rezago histórico en su norma y estructura institucional para identificar, prevenir, sancionar y erradicar esa violencia.