Fernando Camacho Servín

Ante la posibilidad de que se concrete la extinción de 109 fideicomisos en estos días se han reunido fuera de la Cámara de Diputados grupos de los más diversos signos e intereses con el fin de exigir –cada uno con sus argumentos– que el gobierno no los desaparezca.

Ayer, una de las personas que se mantenían en guardia frente al Palacio Legislativo de San Lázaro, la señora Alma Miriam Ruiz, vino desde Ciudad Victoria, Tamaulipas, con el propósito de advertir a los diputados que la desaparición de los fideicomisos de apoyo a víctimas puede hacer que se frenen las diligencias de búsqueda de sus familiares.

Los extinguen porque no están en nuestros zapatos, no están viviendo lo que uno vive día a día. A ellos (los diputados) se les hace fácil autorizar cosas que nos perjudicarían. Que se pongan la mano en el corazón y piensen en todo lo que sufrimos, manifestó la mujer, quien busca a su hija Dilia Antonia Ruiz, desaparecida desde 2010 en San Fernando, Tamaulipas.

Del fondo bracero, nada

Un grupo de hombres y mujeres de avanzada edad reclaman –como lo han hecho desde hace más de 70 años– que les paguen el fondo creado con el dinero que ellos o sus familiares ganaron en Estados Unidos trabajando de braceros. Son más de 5 billones de pesos que no tienen para cuándo entregarles.

Sólo le pedimos a Andrés Manuel López Obrador que cumpla su palabra; él dijo en 2018 que iba a resolver este asunto en definitiva. Si desaparecen el fideicomiso 10230 (relacionado con el pago a este grupo), nos quedaríamos en la nada jurídica. Nosotros hemos sido leales al Presidente y ahora nos dan esta puñalada por la espalda, lamentó Efraín Arteaga Domínguez, del Movimiento Unificado de Ex Braceros.

Édgar Ramírez, profesor-investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas, subrayó que la eliminación de los dos fideicomisos de dicho instituto afectarán gravemente no sólo las becas que reciben más de 300 estudiantes de otras entidades que vienen a estudiar a la capital, sino la realización de investigaciones de largo aliento que requieren varios años para concluirse.

No menos apesadumbrados se ven los atletas paralímpicos Rubén Rojas Palacios y José Manuel Ríos Casas, ganadores de medallas internacionales, quienes afirmaron que si hay corrupción en los fideicomisos del deporte, se debe castigar sin eliminar totalmente los apoyos.