Alonso Urrutia y Angélica Enciso

Durante la firma del convenio con el gobierno federal, que implica un compromiso de inversión de la iniciativa privada para alentar la reactivación económica, el presidente del Consejo Mexicano de Negocios, Antonio del Valle, reconoció la disposición gubernamental al diálogo con el sector empresarial, pero advirtió que para asegurar las inversiones que se requieren es necesario garantizar el estado de derecho, dar certeza a las inversiones nacionales y extranjeras a través de reglas claras y estables.

El dirigente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar, consideró que ante las circunstancias económicas difíciles se requiere de la colaboración del sector público y privado. Esto implica reforzar la atención, en especial, a los sectores más desfavorecidos, pero en paralelo generar un ambiente de negocios propicio, donde impere la certeza con reglas claras y estables. Siempre, bajo la conducción de un estado de derecho fuerte y eficaz.

El jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo –enlace gubernamental con el sector privado–, destacó que el punto clave del acuerdo es ofrecer certidumbre con cero barreras a la inversión privada. Para enfrentar un contexto complejo, se requieren medidas excepcionales. La crisis desatada por la pandemia provocó que los países mutaran de la globalización a la regionalización, por lo que ante un escenario de lenta recuperación del mercado interno, la mejor vacuna es la inversión privada, que representa 87 por ciento del total de gasto en este rubro.

Ante el presidente Andrés Manuel López Obrador y dirigentes de las cúpulas empresariales y los principales grupos de inversionistas, Del Valle enfatizó en el difícil entorno que se enfrenta, lo cual implica generar una respuesta proporcional a las dimensiones del desafío que ha impactado en la reducción del consumo, la inversión, las exportaciones y el empleo. Invertir en infraestructura es uno de los vehículos mas propicios para la reactivación.

El convenio, dijo, representa un punto de inflexión, pues alienta la colaboración para retomar el desarrollo que ampliará la recaudación fiscal permitiendo mayor financiamiento para dotar los servicios públicos. Reconocemos la disposición de su gobierno para mantener la interlocución, la apertura al diálogo e intercambio de ideas con el sector privado.

Fue una firma de un acuerdo postergado por meses –se tenía previsto en marzo– debido a la pandemia de Covid-19 y los desencuentros entre López Obrador y el sector privado por la estrategia de recuperación económica anunciada en abril por el gobierno federal.

Salazar señaló que al concluir 2019 había elementos que auguraban un año de crecimiento para la economía mexicana. Nunca imaginamos esta crisis sanitaria que se ha convertido en un problema económico autoinfligido.

Con la firma de este acuerdo vuelve la Presidencia de México a reiterar el interés que tiene en la inversión privada, el soporte que los empresarios pueden dar al país, indicó.

Destacó la importancia de explotar las proyecciones que genera el tratado comercial con Canadá y Estados Unidos, enfocando mayores exportaciones a este último país.