El presidente de Francia, Emmanuel Macron, con la canciller alemana, Angela Merkel, en las negociaciones de la Unión Europea para enfrentar la pandemia, en Ginebra.

 Washington. Dos piratas informáticos chinos fueron imputados por intentar robar datos sobre el desarrollo de vacunas contra el Covid-19 y vulnerar los sistemas de cientos de compañías instaladas en países occidentales, anunció ayer el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Li Xiaoyu, de 34 años, y Dong Jiazhi, de 33, están acusados también de ataques contra activistas de derechos humanos de Estados Unidos, China y Hong Kong, explicó el asistente del fiscal general para la Seguridad Nacional en el seno del Departamento de Justicia, John Demers, en conferencia de prensa en Washington.

Según Demers, en algunas ocasiones ambos actuaron para su propio beneficio personal, pero en otras lo hicieron para el Ministerio de Seguridad Estatal chino. Se presume que los hackers se encuentran en China, fuera del alcance de la policía estadunidense.

Según la acusación, que permaneció sellada hasta ahora, los dos piratas son culpables de haber ingresado fraudulentamente a computadoras en todo el mundo y haber robado terabytes de datos.

Demers explicó que los ataques cibernéticos se centraron en empresas de 10 países, incluidos Estados Unidos, Australia, Gran Bretaña, Alemania y Bélgica, y cientos de compañías, gobiernos, organizaciones no gubernamentales y disidentes, clérigos y activistas democráticos y de los derechos humanos en Estados Unidos y en el extranjero, incluidos Hong Kong y China.

La Oficina Federal de Investigaciones y el Departamento de Seguridad Nacional acusaron en mayo a China de intentar hackear los informes sobre el desarrollo de una vacuna y un posible tratamiento con el cual hacer frente al coronavirus. Autoridades estadunidenses, canadienses y británicas denunciaron la semana pasada a un grupo de hackers vinculados con la inteligencia rusa por tratar de robar información sobre las investigaciones del virus.

Hasta ayer, en Estados Unidos se reportaron 141 mil 817 muertos y 3 millones 887 mil 664 contagiados, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins. Las tasas reales superan 10 veces los casos reportados en la mayoría de las regiones del país, alertaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

California se convirtió en el segundo estado del país, después de Nueva York, en reportar más de 400 mil casos, y Florida registró un brusco aumento de mortalidad.

El sindicato Enfermeras Nacionales Unidas colocó 164 pares de zapatos blancos frente al Congreso, en Washington, con el fin de rendir homenaje a las enfermeras muertoas por Covid-19 y solicitar al Senado que apruebe un gigantesco plan de ayuda para combatir el virus.

La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, alertó en videoconferencia que la pandemia no muestra signos de desaceleración en el continente, donde la mayoría de más de 900 mil casos y casi 22 mil decesos reportados la última semana se concentran en Estados Unidos, Brasil y México.

El subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa, sostuvo en la sesión que aunque por el momento no existe saturación hospitalaria, México, así como Brasil y Chile, están con una tendencia de crecimiento de la transmisión de contagios.

Añadió que el país está en la lista de las 38 naciones que enviaron una solicitud para poder comprar vacunas contra Covid-19.

En América Latina y el Caribe se registraron ayer 162 mil 462 decesos y 3 millones 830 mil 779 contagios, según la agencia Afp.