Jessica Xantomila

En el país disminuyeron los asesinatos de sacerdotes, al pasar de siete casos en 2018, a uno este año. Sin embargo, se incrementaron los delitos dentro de los templos, según un reporte del Centro Católico Multimedial (CCM).

La investigación reporta que de 2007 a 2019 los delitos crecieron más de 12 por ciento, y se llevaron a cabo entre 26 y 28 templos semanalmente. Estas tendencias determinarían que en poco más de mil 400 recintos religiosos se cometieron robos menores, hurtos de consideración y hasta daños y agresiones mayores, en donde se lesionaron o asesinaron personas.

El CCM detalla que el robo en templos, ya sea por sustraer dinero de alcancías, hurto de aparatos diversos u objetos litúrgicos, como vasos, copones y cálices, fueron los delitos que más se cometieron, en más de 90 por ciento, sobre todo por solitarios ladrones.

Le sigue el robo a fieles que asisten a los servicios litúrgicos, en donde los bienes más hurtados son carteras, monederos y teléfonos celulares. Esto constituye aproximadamente 5 por ciento de los casos, principalmente debido a la inseguridad de las zonas donde se encuentran los templos.

De igual manera, se han registrado ataques directos por odio a la fe, donde se da la profanación de especies eucarísticas, el robo con fines sacrílegos de hostias consagradas o el desprecio y burla a los lugares sagrados por diversas conductas o manifestaciones ideológicas.

El CCM también agrega a la lista la clausura de templos por fenómenos naturales. De acuerdo con los datos de la Conferencia del Episcopado Mexicano, los sismos de 2017 afectaron a más de mil recintos en las zonas siniestradas del país, y aún se resienten los efectos cuando cientos de comunidades permanecen sin un lugar para celebrar el culto.

Un aspecto aparte, señala, es el robo de arte sacro. No se cuenta con cifras claras respecto del tráfico de bienes muebles del patrimonio nacional en este año; sin embargo, las ganancias por ello pueden ascender a 83 millones de pesos anuales.

El CCM expone que los estados con mayor número de casos por la inseguridad en iglesias y templos son Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tamaulipas, San Luis Potosí, Hidalgo, Veracruz, Ciudad de México, Tabasco y Zacatecas.