Ana Langner

Los gobiernos de Estados Unidos y México alcanzaron un entendimiento de medio ambiente en un capítulo del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Sobre las inquietudes respecto de si esta obligación afectaría los proyectos de desarrollo en territorio mexicano, ambas naciones recordaron que según la Convención de Ramsar, los países pueden cambiar los límites de los humedales.

En una carta enviada el 10 de diciembre al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, el representante comercial de Estados Unidos, Robert E. Lighthizer, confirmó el entendimiento alcanzado entre ambas naciones.

Especificó que el artículo 24.8.4 del capítulo de Medio Ambiente del T-MEC exige a Estados Unidos y México “adoptar, mantener y poner en marcha leyes, reglamentos y todas las demás medidas necesarias para cumplir con sus respectivas obligaciones al amparo de los (…) acuerdos multilaterales de medio ambiente, incluida la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional, especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas, hecha en Ramsar el 2 de febrero de 1971”, el cual ofrece un marco para la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos.

Lighthizer expuso, en respuesta a las inquietudes de México en cuanto a si esta obligación impactaría sus proyectos de desarrollo, que la Convención de Ramsar indica que toda parte contratante tendrá derecho a añadir a la lista otros humedales situados en su territorio, a ampliar los que ya están incluidos o, por motivos urgentes de interés nacional, a retirar de la lista o a reducir los límites de los humedales ya incluidos.

Además, el artículo 4.2 de la mencionada convención señala que cuando una parte contratante, por motivos urgentes de interés nacional, retire de la lista o reduzca los límites de un humedal ya incluido en ella, deberá compensar en la medida de lo posible la pérdida de recursos de humedales y, en particular, crear nuevas reservas naturales para las aves acuáticas y para la protección de una porción adecuada de su hábitat original, en la misma región o en otro lugar.

Entre los proyectos de desarrollo de la actual administración mexicana se encuentra el Tren Maya, un ferrocarril que, de aprobarse, se construiría en la península de Yucatán y podría atravesar humedales.

En respuesta a este texto, Ebrard Casaubon confirmó que México comparte este entendimiento y que su carta y esta carta en respuesta constituyen un acuerdo entre México y Estados Unidos, el cual entró en vigor en la fecha de la misiva.