Fernando Camacho Servín

La prórroga solicitada por el Senado para legislar sobre la regulación de la mariguana implica el riesgo de que el tiempo siga pasando sin aprovechar la ventana de oportunidad que en este momento está abierta para explotar comercialmente todos los beneficios de la planta, además de no frenar la criminalización de los consumidores por motivos lúdicos, alertó Zara Snapp, especialista en temas de política de drogas.

Nosotros seguimos exigiendo que el tema quede listo en este periodo de sesiones, porque el debate ya se ha postergado demasiado, lo cual provoca que los campesinos pobres que cultivan cannabis sigan realizando este actividad de manera riesgosa y precaria.

Estamos en un momento internacional muy importante, con una ventana de oportunidad que deberíamos estar aprovechando. Podríamos desarrollar una capacidad muy amplia y ser el mayor cultivador legal, con un modelo donde las ganancias se queden en México y esto sea parte de la construcción de la paz, pero cada día que esperamos seguimos desperdiciando un momento muy emocionante, indicó la cofundadora del Instituto Ria.

Por otro lado, Snapp indicó que el predictamen que circula en el Senado tiene diversas fallas que deben ser corregidas, entre ellas el hecho de que establece un número muy limitado de plantas que cada persona puede tener para autocultivo (sólo cuatro), y también una cantidad demasiado restringida de miembros para los clubes de consumo (20).

Sobre las licencias de cultivo y producción para el sector social –cooperativas, ejidos, propiedades comunales y pequeños propietarios–, la propuesta de ley sólo establece otorgar 20 por ciento de los permisos, cuando debería ser de 70 a 80 por ciento.