Jessica Xantomila y Néstor Jiménez

El hasta ayer secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), Carlos Romero Deschamps, sostuvo que su renuncia a la dirigencia de este gremio se debió a un escenario poco favorable para ejercer su cargo, y acusó que se ha recrudecido la antigua posición de verlos como contrarios.

Sin hacer alusión a los procesos legales que enfrenta, indicó que por razones poco claras, no observamos la cooperación que debe existir entre trabajadores y la administración (de la empresa del Estado) para impulsar los proyectos que permitan el verdadero avance de Petróleos Mexicanos (Pemex) hacia su consolidación.

En un desplegado que fue remitido a algunos medios de comunicación, dirigido a los trabajadores y a la opinión pública, y el cual está firmado por Romero Deschpams, explicó que desde su ingreso al sindicato, al trabajar desde los 14 años de edad como peón, ayudante, obrero, chofer o albañil, y tras llegar a la dirigencia sindical, buscó recuperar la dignidad del sindicato, así como la cercanía con la clase trabajadora.

Tras exponer los logros que tuvo al frente del gremio, aseguró que los derechos ganados para los trabajadores son la realidad del sindicato, y no la de supuestos liderazgos que, promovidos por quienes sueñan con el control del STPRM, les abren espacios y respaldan en inútiles intentos de interesar a los trabajadores.

En seguida, acusó que tal parece que se ha recrudecido la antigua posición de vernos como contrarios y no como complemento en la tarea de respaldar a Pemex en su compromiso histórico de ser garantía del desarrollo nacional.

La renuncia, dijo Romero Deschamps, la presentó ante un escenario poco favorable para el cabal cumplimiento de mi responsabilidad como secretario general, y frente a lo que, agregó, es un compromiso para garantizar la estabilidad de la organización sindical y la defensa de los trabajadores que la integran.

Además, llamó a los afiliados del gremio a mantener la unidad, pues, refirió, ha sido la forma en que han sorteado todo tipo de amenazas.