Gustavo Castillo y Emir Olivares

Familiares de los normalistas, durante la marcha del pasado jueves 26 de septiembre.

La búsqueda de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa, desaparecidos desde hace cinco años, es una de las prioridades en las líneas de investigación que sigue la Fiscalía General de la República (FGR), para lo que se han establecido nueve puntos a explorar, todos ellos en Guerrero, con el fin de dar con el paradero de los jóvenes.

Fuentes cercanas a la indagatoria revelaron que la fiscalía ha definido varios sitios, entre ellos el basurero de Tepecuacuilco –a 25 minutos de Iguala– a partir del cruce de información entre la unidad especializada para el caso, el área de secuestros de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada y la Fiscalía de Desapariciones Forzadas, todas adscritas a la FGR, con datos aportados por los expertos independientes.

“Eso ha dado la posibilidad de establecer una serie de sitios de mayor a menor posibilidad para seguir con la búsqueda de los normalistas. No es un pitazo de algún detenido o testigo, sino que estos lugares se definieron a partir de un análisis de la información aportada por fuentes oficiales y los expertos independientes”, indicaron las fuentes.

Estas acciones de búsqueda aportarán nuevos datos e informaciones, tanto para poder determinar la ruta que siguieron los jóvenes antes de su desaparición como para fincar las responsabilidades de los funcionarios públicos que estuvieron ligados y a los que habrían cometido irregularidades generada en el caso.

Las diligencias son encabezadas por la FGR, pero también se han sumado como acompañantes los representantes de los padres y las madres de los jóvenes, la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia para el caso Ayotzinapa –presidida por el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas–, así como por expertos internacionales.

El trasiego de drogas de Guerrero hacia Estados Unidos es otra de las líneas seguidas por la unidad especial, encabezada por Omar Gómez Trejo, quien en una entrevista reciente con La Jornada dijo que se pone especial énfasis en los mensajes vía teléfono celular entre integrantes de Guerreros Unidos en México y Chicago.

La fiscalía a cargo de Gómez Trejo ha incluido en sus indagatorias las cuatro líneas planteadas en su momento por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la CIDH, por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, por la oficina en México del Alto Comisionada de las Naciones Unidas en la materia y lo rescatable de lo hecho por la extinta Procuraduría General de la República, como el cronograma que de manera conjunta establecieron el Estado mexicano y la CIDH.