Ana Langner

El electorado mexicano tiende más a anular su voto al elegir senadurías y diputaciones en comparación con la elección del Presidente, concluye un informe de la Comisión de Organización del Instituto Nacional Electoral (INE).

En el reporte, que será presentado hoy en sesión extraordinaria del Consejo General del INE, la autoridad expone que, bajo esta perspectiva, es un reto para el INE encontrar y adoptar acciones tendientes a reducir la incidencia de anulación de los votos, particularmente de aquellos que se generan por error, los cuales en gran medida son propiciados por las reglas de competencia y asociación de los contendientes a los cargos de elección.

En el informe se señala que en los comicios federales de 2018 se mantuvo una tendencia a invalidar los votos de manera involuntaria en mayor medida que los que se hicieron de forma intencional.

Por el contrario, en las elecciones legislativas de 2018, el contexto de esas votaciones –la primera fuerza política cambió radicalmente pasando del PRI a Morena–, acompañado de las estrategias de conformación de coaliciones parciales, propició que la anulación de sufragios respondiera en mayor medida a las características de marcación asociadas a la voluntad del electorado.

De acuerdo con datos del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (International IDEA, por sus siglas en inglés), en promedio, a escala regional hay menos votos inválidos en las elecciones presidenciales que en las parlamentarias.

Al estudiar este comportamiento en los países de América, se muestra que Guatemala presenta el porcentaje más alto de sufragios inválidos en los comicios presidenciales más recientes, con más de 13 por ciento de los votos emitidos, cuando el promedio en la región es de 4 por ciento. México se ubica debajo de ese nivel.

La comisión del INE destaca que México tiene uno de los niveles más bajos de votos nulos, con 4 por ciento, y que la mayoría de países de América registran porcentajes superiores.

Este panorama permite referir que en nuestro país la anulación de votos es una tendencia que tiene mayor incidencia al elegir cargos distintos del Ejecutivo federal, señala el texto.