Alonso Urrutia

Buscará que esa región adopte programas de López Obrador

A fin de agilizar la instrumentación de acciones dentro del plan de desarrollo regional que permita reducir los flujos migratorios, México ha intensificado sus gestiones con los gobiernos de Honduras, El Salvador y Guatemala, informó el subsecretario para América Latina de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Maximiliano Reyes, quien agregó que ya estableció contacto con el presidente salvadoreño, Nayib Bukele.

Entrevistado en Palacio Nacional, Reyes sostuvo que si bien aún no se ha definido el monto de recursos que México comprometerá para favorecer el desarrollo económico y la generación de empleos en esos países, dijo que, por instrucciones presidenciales, a través de la Agencia Mexicana de Cooperación para el Desarrollo Internacional, se dispone inicialmente de 2 mil millones de pesos, mediante el Fondo Yucatán.

El reto, añadió, es también captar recursos de agencias internacionales para el desarrollo y así financiar los proyectos y programas que se requieren.

El funcionario explicó que otra de las directrices presidenciales gestionadas a través del equipo especial que integró el gobierno mexicano para dar cumplimiento a los compromisos derivados del acuerdo migratorio con Estados Unidos, es tratar de repetir algunos de los programas sociales del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, tales como la siembra masiva de árboles o las becas a jóvenes que no tienen empleo ni escuela.

El subsecretario dijo que en principio se está procesando la cooperación con Centroamérica en reuniones con los embajadores en México, pero, subrayó, se espera que las decisiones se procesen al más alto nivel.

Precisó que ya conversó telefónicamente con Bukele. Este viernes se reunirá con funcionarios del ámbito migratorio y la cancillería hondureña, y en cuando se realicen las elecciones en Guatemala contactará con la nueva administración.

Finalmente, señaló que México ha iniciado un reordenamiento en el ingreso a territorio nacional de los migrantes centroamericanos, estimando que 90 por ciento de los 600 mil indocumentados que han ingresado al país han sido registrados.