Fernando Camacho Servín

La construcción del aeropuerto civil en Santa Lucía es inviable y poco recomendable, debido sobre todo a la crisis hídrica que ya afecta a la zona del estado de México en donde el actual gobierno pretende llevar a cabo ese proyecto, coincidieron ambientalistas, habitantes e incluso autoridades locales que participaron en la reunión informativa sobre el tema en el municipio de Zumpango.

Como informó este diario el viernes anterior, la gran mayoría de los asistentes al acto y de quienes presentaron ponencias sobre el tema en la citada reunión externaron fuertes críticas a la manifestación de impacto ambiental (MIA) presentada por la Secretaría de la Defensa Nacional y el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Uno de los especialistas que subieron al estrado para advertir sobre los riesgos de la construcción del aeropuerto en Santa Lucía fue el profesor Sócrates Galicia Fuentes, miembro del Comité Todos Unidos contra el Nuevo Aeropuerto, quien alertó que existe una falta de coincidencia entre el diagnóstico completo de la MIA y las conclusiones del texto.

Al final dicen que la terminal es viable, que no hay ningún problema, a pesar de que varios de los mismos datos que ellos van presentando hablan de la problemática particular del sitio y de la cuenca hidrológica en el que se asienta, donde en la actualidad ya hay un fenómeno grave de sobrexplotación, indicó.

Vamos de una ocurrencia a la improvisación. Ellos dicen que el impacto va a ser mínimo, sin mencionar que estamos frente a una cuenca gravemente enferma donde deberíamos estar planeando cómo restaurar su equilibrio, en vez de cómo dañarla más. No consideran que ya hay crisis por la falta de agua y el crecimiento urbano, añadió Galicia.

Por su parte, Hernán Correa, académico de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, coincidió en que las conclusiones de la MIA no corresponden con la descripción que se hace antes de los problemas que ya enfrenta la región, particularmente la falta de agua, la contaminación, el crecimiento urbano desordenado y el excesivo tránsito vehicular.

La realización del aeropuerto no se justifica, por eso son muy válidas las críticas que dicen que hay que pensar mejor si es necesario hacer una megaobra en el norte de la cuenca del Valle de México, cuando claramente no hay infraestructura ni normatividad, recalcó.

La inquietud por las posibles consecuencias de realizar el aeropuerto alcanzó incluso a las autoridades locales de la región, como el presidente municipal de Temascalapa, Héctor Quezada, quien subrayó que los pozos de la zona ya se encuentran en un estado crítico, por lo que el surgimiento de un proyecto como la nueva terminal aérea puede hacer aún más grave la crisis hídrica.