Angélica Enciso L.

Hoy presenta la MIA a opositores al proyecto y a ecologistas

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) realizó cambios al plan maestro del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía para que en la etapa final atienda a 80 millones de pasajeros, 20 millones menos de los planteados originalmente.

Asimismo, de las tres pistas que habrá, modificó el uso de la vía que tiene como límite el cerro de Paula, la cual originalmente sólo sería militar y ahora también tendrá función civil, según señala en la información complementaria de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que entregó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Este jueves se realizará la reunión pública de información sobre la MIA en Zumpango, a la cual se convocó con sólo siete días de anticipación.

Ahí, la Sedena presentará a los ciudadanos el proyecto, los impactos ecológicos y las medidas para contrarrestarlos. Se espera la asistencia de pobladores en desacuerdo con el plan y de organizaciones ambientalistas que ya registraron sus ponencias ante la dependencia. La MIA en modalidad regional fue enviada a la Semarnat el pasado 15 de abril; la ley define como mínimo 60 días hábiles para resolver la viabilidad del proyecto en la materia.

El documento con la información adicional sobre la MIA indica que habrá tres pistas de aterrizaje y modifica las posiciones de contacto, ya que inicialmente se plantearon 38, ahora son 25 y 10 posiciones remotas. Precisa que en la fase inicial se prevén 190 mil operaciones aéreas anuales, para llegar a 750 mil en la final.

Descarta que la población rechace el proyecto, ya que durante las visitas de campo realizadas en el primer trimestre de 2019, no se encontraron evidencias de oposición. Si bien no se puede concluir de manera contundente, es posible prever que la animadversión será baja en la operación del aeropuerto.

También presenta más datos sobre la compatibilidad del plan con la legislación nacional e internacional, así como con los programas de ordenamiento ecológico. Entre los impactos ambientales acumulativos reconoce afectaciones a la calidad del aire, el requerimiento de agua subterránea para abastecer tanto la construcción con 750 metros cúbicos al día como en la operación con 6 mil litros. Así como el corte de 5 mil árboles, de los cuales se trasplantarán 40 por ciento.