Alonso Urrutia

Cuando la segunda jornada de la subasta se encaminaba hacia el final salió a remate una auténtica pieza de museo, original de los años de esplendor de la era neoliberal –cuando no se remataban vehículos, sino empresas del patrimonio nacional en miles de millones de pesos (Teléfonos de México, Imevisión)–, un remolque marca Wabash tipo caja seca modelo 1988, según las escasas especificaciones técnicas. 85 mil pesos a la una, 85 mil pesos a las 2. ¡Vendido en 85 mil pesos!

La oferta no entusiasmó en demasía a los compradores, empresarios o coyotes que se dieron cita en la Base Militar de Santa Lucía. Por un puñado de pesos se vendió este vestigio del salinato que databa del mismo año de inicio de ese periodo tan defenestrado ahora oficialmente desde Palacio Nacional, en estos nuevos tiempos de la Cuarta Transformación.

Sin la expectación de la víspera, con casi la mitad de interesados de los que acudieron en su arranque, ayer concluyó la subasta de vehículos en la que dos unidades eran las más codiciadas por haber transportado al último presidente de la dinastía neoliberal: Enrique Peña Nieto.

En el catálogo del remate que organizó el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes aparecía sin mayor especificación ni contexto histórico: Vehículo blindado marca Chevrolet, Suburban, diesel, modelo 2014. Nivel de blindaje 6. Vicky Barrera, una de las conductoras del acto sólo hace una acotación: es una oportunidad única por este vehículo a diesel.

Vehículo usado por EPN

Sin mayor puja, en tan sólo 48 segundos se remató en el precio original de salida: un millón 607 mil 100 pesos. El nuevo propietario es Enrique Herrera, el mismo que la víspera obtuvo el Audi blindaje 6 del ex presidente Peña Nieto.

Todo un coleccionista del peñanietismo. Como deferencia por su compra del Audi le hicieron llegar la lista de los ilustres pasajeros que transportó, entre los que se encuentran: Shinzo Abe, primer ministro de Japón; Zhang Deyaing, presidente de la Asamblea de la República Popular China; los reyes de España; Michelle Bachelet, ex presidenta de Chile, y Park Geung Hye, de la República de Corea.

–¿Y probó el auto?

–No.

–¿Y cómo sabe que está en buenas condiciones?

–Conozco de autos. Tengo 35 años en el negocio, dijo Herrera.

Convertido en la celebridad de la subasta por los millones invertidos en vehículos oficiales desincorporados, concede entrevistas a granel, en las cuales hace saber que no votó por Andrés Manuel López Obrador; que lo convenció por sus dos meses de gobierno y en esa calidad le manda decir que le prestaría esas unidades para transportar a los insignes jefes de Estado que vendrán en su sexenio para que no los ande trasladando en el Jetta blanco.

Muchos millones invertidos en camionetas muy corridas, pero es su aporte a la construcción de la Guardia Nacional.

También salió a la venta otra unidad ocupada por Peña Nieto, un vehículo marca BMW, X5, modelo 2013, nivel de blindaje 3. Un poco más disputado, el vehículo se vendió en 810 mil pesos, casi 50 mil pesos más que su valor de salida.

Al concluir la jornada dominical, las cuentas no auguran que se alcance la cifra de 100 millones de pesos proyectados cuando se anunció el remate de carros machuchones propiedad de la Oficina de la Presidencia de la República.

Para mejor ocasión

Este domingo se proyectaba vender 107 unidades, cuyo precio de salida total era de 28 millones 564 mil pesos. La venta real de unidades fue de 93, de las cuales se obtuvieron ayer 29 millones 261 mil pesos. La víspera se vendieron 98 de los 111 vehículos ofertados. Quedaron para mejor ocasión 27.

Las motocicletas Harley Davidson y BMW volaron, acaso porque eran las únicas que estaban lavadas; el resto fueron rematadas con los estragos de casi tres meses de almacenaje en bodegas, sin alguien que al menos le diera un trapazo, que las hiciera más presentables.

Lo cierto es que el atractivo original que se ofreció, unidades blindadas, fueron menospreciadas. La subasta fue encabezada por curtidos conductores, quienes reportaron las ofertas a velocidad de vértigo: “185 mil por acá, 195, quién da más… 200 por allá a la derecha, cuánto me ofrece señora, quiero 210 mil...”

La secuela de números sale a ritmo de metralleta hasta dejar exhaustos a los pujantes: ¡247 a la una, 247 a las dos, vendido en 270 mil.

El promedio de remate fue 65 segundos por vehículo, aunque algunos desataron la pasión. En segundos los precios de las unidades más cotizadas se dispararon angustiosamente y reventaron la media: cuatro minutos dilató en venderse la Suburban 2016, blindaje 3 plus.

Casi al final de la subasta sale una insólita unidad adscrita a la Oficina de la Presidencia: ¡un tractor agrícola marca New Holland! Precio de salida: 187 mil 800. A saber las razones y necesidades que cubría, pero fue de las más disputadas, hasta llegar a 442 mil 500 a la una, 442 mil 500 a las dos, vendido.