Israel Rodríguez y Enrique Méndez

El gobierno federal compró en Estados Unidos 671 autotanques por 92 millones de dólares con un préstamo entre dos filiales de Petróleos Mexicanos (Pemex), reveló la titular de la Secretaria de Energía (Sener), Rocío Nahle García.

Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, dependiente de la oficina del secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, dijo que la adquisición de las pipas además va a generar fuentes de empleo, para efecto de poder desarrollar a grupos de personas que se encuentran en este momento en el proceso de incorporación a la planta productiva ,”y creo que este modelo tiene que ver con el desarrollo de políticas socialdemócratas en todas partes”.

Nahle García, por su parte, afirmó que Pemex Comercio Internacional (PMI) facilitó los recursos a la empresa subsidiaria de Pemex III Servicios .

En la comparecencia ante la Tercera Comisión de la Permanente del Congreso, detalló que la adquisición de los autotanques se dio a partir de cinco memorandos de entendimiento que amparan una operación por 92 millones de dólares.

Reconoció que pese a que es una filial de Pemex, PMI funciona como empresa privada y se encarga de la comercialización de crudo en el extranjero, adquisición de hidrocarburos y de contratar deuda para Petróleos Mexicanos.

III Servicios es otra filial, bajo régimen especial de la Ley de Petróleos Mexicanos, sujeta al derecho privado.

En respuesta a las preguntas de los legisladores, Nahle informó que los términos de la compra fueron 40 por ciento de pago de anticipo, 30 por ciento contra entrega y 30 por ciento a confirmación del comprador, a través del apoderado de Pemex, Armando Gutiérrez Boguer.

Antes, el director de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero, admitió, a pregunta del coordinador del Partido del Trabajo, Reginaldo Sandoval, que PMI fue convertida en gobiernos anteriores en una empresa privada, aunque 100 por ciento de acciones son propiedad de Pemex. No está sujeta a ningún órgano de control ni las personas que trabajan ahí son funcionarios públicos, de manera que no pueden ser auditados por los órganos de Pemex ni la Auditoría Superior de la Federación.

Refirió que, en la historia reciente, Pemex abrió más de 40 filiales en paraísos fiscales, en distintas partes del mundo.