Emir Olivares Alonso

El Foro Social Mundial de Migraciones (FSMM) reafirmó su compromiso con los derechos fundamentales de las personas en situación de movilidad forzada y con sus familias, y demandó a brindar garantías humanitarias en favor de estos sectores en todo el orbe.

Con esa exigencia cerraron los trabajos del octavo FSMM, que se realizó este fin de semana en el Centro Universitario Cultural Tlatelolco, en Ciudad de México, donde a la par se desarrolló la Cumbre Mundial de Madres de Migrantes Desaparecidos, quienes acordaron crear una red global para alcanzar la verdad, la justicia y el castigo a los responsables de la desaparición de sus hijos.

En sus conclusiones finales, las madres procedentes de países de Centroamérica, África, Asia-Pacífico, Europa y América subrayaron que en la geografía del terror cambiamos lágrimas por fuerza y esperanza, porque ningún muro o distancia nos detendrá.

Indicaron que no desean más países, mares y desiertos convertidos en fosas, por lo que se comprometieron a seguir luchando hasta saber el paradero de sus hijos.

En tanto, al cerrar los trabajos del octavo FSMM, se leyó una declaratoria final en la que se reconoció que el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, de la Organización de Naciones Unidas –que gestiona los flujos migratorios de forma integral y a escala mundial y que se espera sea adoptado en diciembre próximo durante una sesión en Marrakech, Marruecos–, reafirma principios positivos reconocidos en convenciones internacionales.

Sin embargo, se advirtió que al no ser vinculante para las naciones, se vacía por completo su significado, lo que se puede traducir en una situación de inseguridad para muchas personas en situación de movilidad, sobre todo las que están sin permiso de estancia, menores de edad y mujeres migrantes.

Pacto al servicio de ricos

Las organizaciones que forman parte del FSMM, procedentes de más de 60 países, señalaron que la versión final del pacto parece ser un instrumento al servicio de los países ricos, las multinacionales y del capital para controlar el ingreso de personas de acuerdo con sus propios intereses. El discurso se enfoca al control de fronteras y de la migración selectiva, lo que es desafortunado para los derechos humanos.

Además, se envió un mensaje de solidaridad para las caravanas de migrantes que transitan por México con rumbo a Estados Unidos, y se denunció que el gobierno mexicano ha evidenciado tentativas de bloqueo, fragmentación y contención que ponen en riesgo a quienes se han sumado al éxodo.

Al final del encuentro se dio un momento de tensión cuando las integrantes de la Asamblea de Mujeres en las Migraciones reclamaron que en los resolutivos del foro no habían incluido sus ideas y planteamientos, en particular el contexto de movilidad desde una perspectiva de género.

En respuesta, Martha Sánchez y José Jacques, miembros del comité organizador del FSMM, rechazaron ese argumento y enfatizaron que durante los trabajos y sus conclusiones no se había excluido nada, mucho menos a las mujeres.