Enrique Méndez

La 63 Legislatura de la Cámara de Diputados, que está por terminar, costó 23 mil 849 millones de pesos, y de ese monto el principal gasto fue el de servicios personales, por 14 mil 793 millones, que incluye desde los salarios y prestaciones de diputados y la alta burocracia, hasta el pago de asesores, secretarias, choferes, ayudantes, así como personal de base.

Conforme aumentó el pago de salarios, disminuyó el gasto de inversión, a pesar del deterioro de los edificios del complejo de San Lázaro.

El impacto también se explica porque mientras al arranque de la legislatura, en septiembre de 2015, había 548 plazas de altos mandos, con sueldos de entre 150 mil a 200 mil pesos mensuales, más prestaciones, los actuales diputados autorizaron 100 más. En total, ahora existen 648 funcionarios con esos salarios.

Mientras la 62 Legislatura concluyó con un presupuesto anual de 7 mil 339 millones de pesos, la actual operó en 2016 con 7 mil 559 millones. De ese monto, 4 mil 470 millones se destinaron sólo a servicios personales.

A pesar del discurso de austeridad, para 2017 el presupuesto de la cámara aumentó a 8 mil 51 millones de pesos, y también se disparó el rubro de servicios personales, a 4 mil 886 millones.

Para este año, la cámara se autorizó un gasto de 8 mil 239 millones, y nuevamente se incrementó el monto de servicios personales, a 5 mil 436 millones.

Recorte, sólo en el papel

Consultado al respecto, Alfonso Ramírez Cuéllar, diputado federal electo de Morena, refirió que las cifras del ejercicio del gasto en la Cámara de Diputados muestran que mientras en el papel el presupuesto asignado entre 2015 y 2017 tuvo una reducción acumulada de 7 por ciento, la realidad fue otra.

El presupuesto ejercido aumentó: en 2015 tuvo una ampliación presupuestaria de 473.7 millones de pesos; en 2016 reportó un subejercicio de 5.64 millones, pero en 2017 en la cuenta pública se estima que recibió una ampliación por 77.8 millones de pesos, lo que en términos netos implicó un monto acumulado de 545.8 millones en recursos extras.

En particular, la partida 12101, Honorarios, registra ampliaciones presupuestarias por un total de 586 millones de pesos, que se estima se destinaron en su mayor parte a asesores de muy altos ingresos, dijo.

Refirió que para este año el presupuesto representó un aumentó de 5.6 por ciento en términos reales respecto de 2017.

Ramírez Cuéllar detalló que ello se explica, en parte, por el fin de la legislatura y a que se presupuestó el pago de las obligaciones laborales, pero habría que cuidar que no se incurra en excesos.

Dijo que como parte de la política de austeridad que aplicará Morena en la próxima legislatura se prevé suprimir prebendas que reciben los diputados y altos funcionarios, como los seguros de vida y de gastos médicos, o la cuota de separación individualizada y de retiro.

Si sólo se eliminan esos conceptos, las plazas excedentes y la reducción del sueldo a funcionarios de mando se podría lograr un ahorro de 719.5 millones de pesos en la Cámara de Diputados, y de 540.2 millones en la de Senadores, indicó.

Informó que, según un estudio que está por presentar, en la Cámara de Senadores al inicio de la actual legislatura había 324 plazas de altos mandos, pero ahora son 487.