Roberto Garduño

El uso patrimonialista que hicieron las corrientes Nueva Izquierda (NI) –de los chuchos– y Alternativa Democrática Nacional (ADN), que encabeza Héctor Bautista, condujo al PRD a la decisión catastrófica de aliarse con el PAN y respaldar la candidatura presidencial de Ricardo Anaya Cortés.

Ante ello, Izquierda Democrática Nacional (IDN), expresión disidente en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRD, anunció que sus integrantes y simpatizantes votarán por Andrés Manuel López Obrador.

Alejandro Sánchez Camacho, secretario de Acción Política Estrátegica del CEN perredista y coordinador nacional de IDN, expresó: “La decisión del CEN del PRD de ir en alianza con el PAN y apoyar a Ricardo Anaya para la Presidencia fue una determinación catastrófica, que ocasionó un divorcio entre militantes y órganos de dirección de nuestro partido, pero sobre todo de la dirección del PRD con el pueblo de México.

Los líderes de algunas corrientes políticas (Jesús Ortega, Jesús Zambrano y Héctor Bautista) olvidaron que el corazón de la militancia de nuestro partido está a la izquierda, nunca a la derecha. En nuestra expresión, IDN, sostenemos que no podemos votar por Anaya, porque no tiene autoridad moral para ser presidente, ya que lo persigue la acusación de lavado de dinero, es decir, el sello de la corrupción, que tanto lastima a la población de este país.

Por separado, la ex gobernadora de Zacatecas y ex presidenta nacional del PRD Amalia García hizo pública ayer su carta de renuncia a ese partido, dirigida al presidente del Comité Ejecutivo Nacional, Manuel Granados, en la cual impugnó el respaldo perredista a Anaya.

Subrayó en su misiva que es el mismo Anaya que presidía la mesa directiva de la LXII Legislatura de la Cámara de Diputados en diciembre de 2013, cuando se convirtió en pieza clave para la apropiación de la reforma energética que llevó a su privatización.