Claudio Bañuelos

Jan Jarab, representante en México de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU-DH), dijo que si bien es “correcto criticar la política migratoria de Estados Unidos, en particular el reciente viraje de separar en forma sistemática a los niños (de sus familias), debemos reflexionar acerca de las políticas de otros países, incluido México.

Sabemos que desde hace mucho tiempo (que) se están construyendo en estrecha cooperación con Estados Unidos y tienen un enfoque de detención y deportación expedita, muchas veces antes o sin que se revisen las necesidades de protección de los menores de edad.

Entrevistado luego de su visita a la Universidad Autónoma de Aguascalientes, que otorgó un doctorado honoris causa a la organización Las Patronas –que apoya a migrantes centroamericanos en Chiapas en su paso a Estados Unidos–, Jarab agregó: Lo que está haciendo el gobierno estadunidense es incrementar la atención de todos, incluso de los medios de comunicación, hacia la condición de los migrantes. Está sensibilizando, espero yo, y también el público mexicano, acerca de las condiciones de los migrantes que transitan por México para que no sean forzados a subir a los trenes de carga, para que sean atendidos y comparados con los mexicanos que van hacia el norte.

Al preguntarle cuál ha sido la respuesta del gobierno mexicano a esos señalamientos, Jarab dijo: No hay respuesta; es evidente que hay esfuerzos de ambos lados para mejorar la situación; hemos visto programas piloto para tener alternativas a la detención de niños, y agencias hermanas han trabajado en esto, como la Unicef, así como las buenas prácticas que permanecen en proyectos piloto que se deben generalizar y no se han generalizado.

Dijo que los candidatos presidenciales no han fijado su estrategia en cuanto a la migración, y por eso la política de mano dura que aplica Estados Unidos debe ser ejemplo para que se reflexione en los cambios que se deben hacer en otros países.