Enrique Méndez y Alonso Urrutia

Luego del debate, José Antonio Meade ofreció ayer una conferencia de prensa en Tijuana.

Luego de que Nestora Salgado lo acusó de difamación, el candidato de la coalición Todos por México, José Antonio Meade, afirmó que la mención que durante el debate hizo de la candidata de Morena al Senado se basó en un testimonio de quienes la señalaron de haber cometido el delito de secuestro.

Lo que leí sale citado textualmente de los expedientes, es la imputación que le hacía una de sus víctimas, de donde no hay manera de que haga difamación, cuando lo que estoy presentando es lisa y llanamente un testimonio que sale de quienes formalmente le imputaban haber participado en el secuestro, dijo.

En conferencia de prensa, reivindicó su desempeño en el segundo debate presidencial y se dijo contento y satisfecho del resultado, y reconoció que la evolución de su campaña es evaluada varias veces al día.

Meade refirió que la observación no era en perjuicio de Nestora, era en perjuicio de quien la estaba haciendo senadora.

Una vez que la ex comandante de la policía comunitaria de Olinalá, Guerrero, retó a Meade a demostrar sus afirmaciones, porque la difamación es un delito, el candidato presidencial refirió que en su intervención aclaró que a Nestora no se le habían imputado cargos por una deficiencia en el proceso y que lo primero que teníamos que reconocer de esa experiencia es que México tiene que hacer mejor sus procesos.

En México, abundó, no se debe permitir que no se cumpla con la justicia por la incapacidad de integrar debidamente un proceso.

Una primera lección y una primera exigencia para la autoridad en un tema de seguridad, y en un debate que tiene que ver con crimen trasnacional es que seamos capaces, con los cuerpos de investigación, de articular y de integrar debidamente los expedientes, para que no sea una falla en este paso o una mala conducción del proceso lo que evite que lleguemos al fondo del asunto y se pueda conocer si efectivamente hubo o no responsabilidad, abundó.

Un día después del debate, Meade permaneció en esta ciudad, donde sostuvo reuniones privadas.

Mientras se dijo satisfecho del resultado para su campaña, evaluó que las respuestas de los otros candidatos no tenían relación con las preguntas.

Si el debate se convierte en contienda de adjetivos, lo que se pone de relieve es una baja calidad argumentativa que, creo, a todos decepciona. Quedó claro que el mejor preparado para conducir al país en el rumbo del futuro y de la certidumbre soy yo, sostuvo.

Meade insistió en su crítica a Andrés Manuel López Obrador, respecto de que conduce a Morena como una empresa familiar, que ha manejado más de 3 mil millones de pesos.

Desde su perspectiva, pocas empresas en México manejan esa cantidad. Si (Morena) fuera empresa, estaría entre las 500 más grandes de México. Con una diferencia, las empresas pagan impuestos, rinden cuentas, tienen gobierno corporativo, ninguna se maneja como negocio familiar donde hermanos e hijos están involucrados en su gestión, en donde año con año la vemos con dificultades para rendir cuentas con transparencia.

López Obrador, afirmó, se ha consolidado como un gran empresario de la política, que maneja un negocio familiar multimillonario.