Jessica Xantomila

Por medio de la campaña Yo no cierro los ojos, ¿y tú?, organizaciones feministas, activistas, artistas y comunicadores hicieron un llamado a la sociedad para que reflexionen acerca de las violencias que viven día a día las mujeres en el país.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, que se conmemoró ayer, Regina Tamés, del Grupo de Información en Reproducción Elegida (Gire), señaló que el relanzamiento de esta campaña –que comenzó el 25 de noviembre pasado– busca que las personas se comprometan en el combate a la violencia de género.

No solamente que vean que hay quienes están dispuestos a no cerrar los ojos y no ser indiferentes ante la violencia, sino que se hace una invitación a preguntarse acerca de nuestras propias acciones.

Con la campaña se proponen enseñar a los hijos a respetar a todas las personas, cuestionar las ideas de que los hombres y las mujeres están obligadas a cumplir con diferentes obligaciones y roles, y pronunciarse en todos los espacios de la vida contra de la violencia hacia las mujeres.

También se pretende ayudar a quienes son violentadas, no culparlas, entender y respetar cuando ellas dicen que no, entre otras acciones.

Tamés explicó que esta campaña también es un llamado al Estado mexicano a que tome las medidas adecuadas para que la violencia pare. Recordó que casi 70 por ciento de las mujeres que habitan en el país han sufrido en algún momento de sus vidas un tipo de violencia.

La directora del Gire señaló que si bien en México hay muchas leyes y políticas dirigidas a combatir este flagelo, se requiere que se implementen. Hay que cerrar la brecha entre lo que dice la legislación y lo que le pasa en la realidad a las mujeres día a día.

Erika Tamayo, del Fondo Semillas, otra de las organizaciones participantes, manifestó que el contexto actual permite hacer más patentes las agresiones que sufren las mujeres.

La actriz Johanna Murillo, una de las voceras de la campaña, mencionó que aún existe confusión entre los hombres acerca de la violencia contra las mujeres, pues está normalizada en muchas situaciones. Creemos que es normal que alguien verbalmente te ofenda o te agreda físicamente.