Alonso Urrutia

En los mensajes de este periodo están presentes las descalificaciones

Al arrancar el periodo definido como intercampaña, los partidos políticos utilizaron los malabarismos discursivos para mantenerse vigentes en promoverse como opciones sin transgredir las restricciones: el PRI, apelando a infundir el miedo a la pérdida de los programas sociales de los que asume la paternidad; el PAN, atizándole al tricolor corrupto; aliado con la derecha, el PRD se reivindica como opción de izquierda, en tanto que Morena incluye a empresario y a académicos, que se suman a su proyecto.

Es una etapa cuestionada y poco comprensible, explica el consejero Benito Nacif, presidente de la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del Instituto Nacional Electoral (INE), donde se frena el proselisitismo de precampañas y está destinada a abrir un espacio para desahogar eventuales impugnaciones a los procesos internos de selección de candidatos, a fin de que no haya litigios al iniciar las campañas.

Esa era el idea de la reforma para establecer la pausa en las contiendas, apunta Nacif, sólo que si ahora uno revisa las precampañas o los informes de gastos de precampaña, cae uno en la cuenta de que ya no hay competencia interna o está restringida.

Millones de promocionales

A pesar de que los partidos y coaliciones prácticamente han abandonado las precampañas reales para reducir las posibilidades de división, el periodo de intercampaña sigue vigente. Por añadidura, en la última reforma los partidos modificaron la asignación de promocionales que anteriormente, en este plazo, correspondían enteramente a las autoridades electorales, para incluirse en la distribución:

Entre el 12 de febrero y el 29 de marzo se difundirán: 8 millones 288 mil 832 mensajes de radio y 5 millones 449 mil 344 de televisión. En radio, los partidos políticos –impedidos de hacer campaña– difundirán 4 millones 138 mil promocionales y en televisión 2 millones 720 mil 970.

Las diversas autoridades electorales harán 4 millones 150 mil 47 anuncios radiofónicos y 2 millones 728 mil 374 en televisión.

En esta lógica, comenzaron los mensajes genéricos partidistas, en los que el PRI lanzó un promocional para que el ciudadano piense mejor por quién vota: “imagina un día sin atención médica para ti y tu familia; sin créditos ni apoyos a la vivienda (…) A veces no valoramos lo que tenemos, sin pensar que un día podemos perderlos o nos lo pueden desaparecer (…) en el PRI apostamos al futuro”.

La apuesta panista en este periodo es sólo un cambio en el personaje del promocional: ya no es su precandidato Ricardo Anaya quien dice que sacarán al PRI corrupto del gobierno, sino una voz en off, pero que reivindica que las alianzas han sacado al tricolor corrupto y metido a los culpables a la cárcel.

Aliado con la derecha, el PRD lanza un promocional asumiéndose como “la izquierda de hoy: Somos la izquierda de hoy, identificados con las y los jóvenes, porque cuando dicen desigualdad, reclamamos la igualdad; cuando dicen jerarquía, reinvidicamos la igualdad; cuando imponen control, decimos respeto a la diversidad, dice la voz, mientras que en imagen difunden una de sus reivindicaciones de los derechos de las parejas del mismo sexo.

Mientras, en el promocional de Morena se condena la guerra contra el narcotráfico, y la coordinadora de campaña de Andrés Manuel López Obrador, Tatiana Clouthier, describe que empresarios, académicos e intelectuales se suman al proyecto, mientras aparece Elena Poniatowska en el mensaje.

Es la intercampaña, que ya comenzó.