Víctor Ballinas y Andrea Becerril

Legisladores de oposición exigieron en el Senado que se investigue el ‘‘brutal asesinato’’ del dirigente social Ranferi Hernández, el de su esposa, su suegra y su chofer, ocurridos en Guerrero el 14 de este mes.

Alejandro Encinas, senador independiente, lamentó que el Senado no se haya manifestado aún sobre ese crimen.

Igualmente, Dolores Padierna, del PT, e Isidro Pedraza, del PRD, manifestaron que la Procuraduría General de la República debe atraer el caso e integrar una línea de investigación en torno al activismo político de la víctima como móvil del asesinato.

Encinas destacó, en un punto de acuerdo, que Ranferi Hernández fue dirigente estatal, fundador del PRD y diputado local en Guerrero. Fundó también el Frente Amplio para la Construcción del Movimiento de Liberación Nacional y el Movimiento Social Independiente.

Era miembro de la Organización Campesina de la Sierra del Sur y fue protagonista en la lucha para exigir castigo a los autores intelectuales y materiales de la matanza del vado de Aguas Blancas, el 28 de de junio de 1995, acusando de los homicidios al entonces gobernador Rubén Figueroa Alcocer, por lo que fue orillado a exiliarse en Francia en 1997.

Padierna Luna destacó a su vez que Guerrero sigue siendo una de las entidades más violentas del país; la presencia, operación y control territorial que ejercen grupos delictivos, así como la impunidad reinante ‘‘han propiciado que la ley del plomo sea la que gobierne en muchas comunidades e incluso ciudades que hace varios años eran consideradas seguras’’.

No se trata, precisó Padierna, de un fenómeno de violencia generalizada ni de una ola de crímenes incontenibles, sino de actos dirigidos y focalizados, en el caso particular hacia líderes sociales y dirigentes comunitarios que han sido críticos del ejercicio de gobierno del actual mandatario estatal y a la fallida estrategia de seguridad impuesta desde el gobierno federal.