Arturo Sánchez Jiménez

Escuelas, unidades habitacionales, casas habitación, comercios. Cuadra tras cuadra hay edificios derrumbados o dañados en la zona de Villa Coapa, al sur de Ciudad de México. ‘‘Cuando pensábamos en sismos, no creíamos que aquí fuera un sitio de riesgo como las colonias del Centro. Pero hace 30 años no había tantas construcciones’’, dice Paulino García, vecino de la zona, cuya casa tiene grietas.

El colegio Enrique Rébsamen, en la calle de Brujas, es el centro del movimiento. ‘‘Lo de los niños atrapados en la escuela no es cierto. Ya ni sé qué pasa’’, dice Eduardo Castillo, quien vive a unas calles y no tiene luz en su casa a 48 horas del sismo del pasado martes.

En Calzada del Hueso y Miramontes hay una plaza comercial derrumbada; detrás de ella, edificios muy dañados y otros colapsados. En la otra esquina está Galerías Coapa, donde murió una persona. La fachada tiene grietas por donde se ven mercancías almacenadas. Este centro comercial, de acuerdo con su cuenta de Twitter, no abrirá hasta nuevo aviso.

En la Clínica 32 del Instituto Mexicano del Seguro Social los trabajadores se negaban a regresar a las instalaciones y atendían a los pacientes en un salón de fiestas que está al lado del hospital. Algunas fotografías tomadas por enfermeras mostraban que hay paredes rotas dentro de la citada clínica.

En la calle Estrella Binaria, un edificio de ocho departamentos fue desalojado y se sostiene sólo con maderos, porque los daños que sufrió podrían hacerlo colapsar, según los inquilinos. Asimismo, en la Unidad Girasoles II, donde cayó un edificio, fueron rescatadas 21 personas y ocho cuerpos sin vida.