Emir Olivares Alonso

El gobierno de Honduras incrementará la protección a los derechos humanos de los migrantes procedentes de esa nación centroamericana que transiten por México ‘‘de manera regular o irregular’’.

Así lo informaron ayer Ana García, esposa del presidente de ese país, Juan Orlando Hernández, y la canciller María Dolores Agüero, al inaugurar en la sede de su embajada en México el Centro Integrado de Protección al Migrante Hondureño.

En ese contexto, ambas enfatizaron que la migración no es un delito, sino un derecho humano, así como que el bienestar de los países que conforman el Triángulo del Norte de Centroamérica –integrado por Guatemala, El Salvador y Honduras– ‘‘es el bienestar de México y de Estados Unidos’’, por lo que llamaron a trabajar bajo el principio de responsabilidad compartida, aunque diferenciada, el tema de la migración.

La esposa del mandatario hondureño detalló que este segundo centro –el primero se instaló recientemente en Estados Unidos– tendrá entre sus objetivos brindar protección consular a sus connacionales, la cual estará vinculada con el apego a los protocolos sobre retorno ordenado y seguro, dar seguimiento a los casos de criminalización de sus ciudadanos, así como estimular el aprovechamiento de programas de regularización y refugio.

También, agilizar y transparentar la repatriación de cadáveres y asegurar el estricto apego a los derechos humanos de sus compatriotas, particularmente a quienes son privados de la libertad fuera de sus fronteras.

‘‘Como Estado, reconocemos que la migración es un derecho humano y por tanto en ningún momento debe estigmatizarse ese fenómeno o a los migrantes irregulares. El que migra no es un criminal y no se le debe tratar de esa manera, sino más bien protegerlo de cualquier tipo de vulneración a sus derechos humanos’’, planteó la esposa del presidente Juan Orlando Hernández.

Refirió que México es un país de tránsito para los migrantes procedentes de Honduras y que en el último año las autoridades mexicanas han retornado a su patria a 14 mil 261 hondureños, de ahí que la apertura del centro sea relevante.

Ambas declarantes indicaron que el gobierno de su país ha hecho esfuerzos importantes para mejorar las condiciones de sus ciudadanos a fin de evitar la migración, por lo que han disminuido, por ejemplo, las tasas de homicidios, al igual que se ha trabajando en otras causas, como mejorar la economía y propiciar posibilidades de reunificación con quienes ya están lejos.